9 de agosto de 2007

A la policía se la respeta

Luego de tantas muertes no esclarecidas en la región Puno, es sumamente necesario preguntarse, ¿Quienes son los que obstruyen el trabajo de la administración de Justicia?. El pasado 18 de mayo, se ha perpetrado el mayor atentado recordado en los últimos años en la ciudad de Juliaca. Cuando precisamente los comerciantes del Mercado Túpac Amaru celebraban el cuadragésimo segundo aniversario de reconocimiento como barrio, una mochila que contenía un artefacto explosivo casero, explotó y mató prontamente a 6 personas y provocó 54 heridos de gravedades. En días posteriores otra de las víctimas alcanzó la muerte y hoy algunos heridos aun luchan por volver a la normalidad.

A casi tres meses del lamentable hecho, no hay respuestas claras, los responsables no están identificados, la Policía Nacional del Perú de la jurisdicción de la Juliaca, aún no determina la reales causas, hasta ahora todo es especulación; pese a que la hipótesis de venganza contra la fallecida Gladis Caro de Arnao, tiene mayor peso para los hombres de verde. Es necesario conocer los verdaderos resultados de las investigaciones, de lo contrario sólo confirmaremos que todo se arregla debajo de la mesa, que los que más tienen son los que más arreglan bajo la mesa, que las investigaciones solo son meras justificaciones y se ratificará otras tantas frases que se murmuran en las comisarías de la PNP y los pasillos del Poder Judicial.

Desde aquí exigimos, que los rumores se conviertan en verdades absolutas, que las especulaciones sean esas, meros eufemismos, que el desprestigio que hoy sufre la institución creada para imponer el orden interno en nuestra patria vaya superándose y la frase instaurada hace años, “A la Policía se la respeta” sea una frase tan válida y común, y no ironía como lo es hasta ahora.

Desde aquí exigimos, que las investigaciones policiales se conviertan en un verdadero proceso de inquisición cuyos resultados sirvan como cimiento de una posterior imposición de justicia; es decir, los efectivos de la Policía Nacional del Perú sean los mayores tributantes de la administración de justicia. Señores hagamos que este rincón del altiplano, donde azota inclementemente el frío, no haga lo mismo la justicia.

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