A propósito de la denominación oficial del 2007, como “Año del deber ciudadano”, según ha dicho García Pérez para promover una cultura de responsabilidad y superación ciudadana, llama la atención que en nuestra ciudad por deber se entienda, “todo derecho exigible al gobierno, sea cual fuere el medio para conseguirlo”.
Los líderes poco ilustrados, llámese dirigentes barriales y sindicales, nos refieren conceptos con escaso sustento, que la causa de todo el problema social, económico y político es el Estado y sus gobernantes. La causa de la pésima educación, el gobierno; la causa de un desastroso sistema hospitalario, el gobierno; la causa de un derrumbe, el gobierno; la causa de una inundación; el gobierno; la causa de la acumulación de la basura, el gobierno. ¿Pero cuán responsables somos en cada uno de estos problemas?
Es fácil buscar un culpable e imputar las causas de la miseria peruana al Estado y tan difícil mirarse en el espejo de la historia y asumir la responsabilidad del hombre como ciudadano. Claro que el estado y los gobernantes que hemos tenido en su mayoría, tanto militares como civiles han sido un desastre, prueba de ellos son las políticas educativas y de salud que cambian cada 5 años con resultados deplorables; pero es necesario reflexionar sobre nuestro papel de ciudadanos.
Entonces pregunto, en la impuntualidad que es una característica peruana, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la práctica mínima de reglas de urbanidad como no arrojar basura en la calle, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en nuestra nula prevención frente a los desastres naturales, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la elección equivocada de nuestros gobernantes que en su mayoría terminan denunciados, ¿tiene responsabilidad el Estado?.
Nosotros, no sólo en Puno sino en todo el Perú, hemos interiorizado de manera tergiversada la ciudadanía, sólo exigimos nuestros derechos sin cumplir con nuestros deberes. En realidad el sustento de la ciudadanía es cumplir con nuestros deberes para exigir nuestros derechos.
Entonces ya es necesario que entendamos que en la medida que nosotros cumplamos con nuestras responsabilidades individuales podremos exigir nuestros derechos. Esta es la dimensión de los deberes, cuando se cumplen los deberes cívicos se fortalece la responsabilidad; y el ejercicio de la responsabilidad ciudadana permite el fortalecimiento de una sociedad democrática.
12 de enero de 2007
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