Cada año en el mes de febrero un sin fin de diablos confundidos entre ángeles, inclinan sus infernales y estrenados cachos ante la santísima Virgen de la Candelaria. Cuenta la tradición oral, que estos diablos perdieron la batalla y se ven obligados a rendirle reverencia como miles de puneños. Pero hoy no queremos referirnos a estos “pobres diablos”, sino a los otros que sin bailar le sacan el jugo a la Candelaria.
Los otros diablos, son los que permanente le sacan cuernos a la fiesta más extendida del Perú. El esfuerzo de estos diablos es minúsculo frente al diablo que baila en la diablada Bellavista o en Azoguine, en sí ellos no tienen nada de folklóricos, ellos danzan al ritmo de la globalización dolarizada. Hablamos de la Asociación Brisas del Titicaca, de la compañía cervecera Backus&Jhonston y de las otras corporaciones de bebidas alcohólicas.
Según la Cámara de Comercio de Puno, la Festividad Virgen de la Candelaria le cuesta a los puneños un aproximado de 13 millones de dólares. Cada año los morenos, los diablos, las wacas, los q’ajelos, los ayarachis y otros pobres diablos juntan sol a sol para ser protagonistas de la fiesta de la Virgen. Luego de terminado el concurso y veneración, los directivos, alferados y presidentes se alistan para la Candelaria del siguiente año.
Como es harto conocido, los pobladores del ande puneño, más allá de venerar a la virgen, bailan por lograr un reconocimiento social. No importa si después de la Fiesta de la Candelaria se queden sin ningún solo sol, lo más importante es haber sido parte de la fiesta más importante de Puno.
En los próximos días, la Asociación Brisas del Titicaca haciendo gala de su ingenio, emulará la fiesta de la Candelaria en Arequipa, Tacna y Cusco, diablos y morenos limeños llenarán coliseos para elevar los cuantiosos ingresos del Brisas. No es cuestionable el ingenio empresarial, lo cuestionable es que Brisas del Titicaca esta lejos de la realidad puneña, lejos de sus problemas, lejos de su desarrollo. Entonces nos preguntamos, donde quedó los inicios del Brisas, que prácticamente nació allá por los ’60, merced a un grupo musical con calor puneño populachero, sabor a chayro, de conversa y jarana azangarina, juliaqueña, huancaneña, ayavireña, juleña, ilaveña, por ratos sandina, y por otros moheña, bien bautizado como el “espiritu Briceño”. Hoy no queda nada de eso.
Las peñas del Brisas del Titicaca, se catalogan entre los más lujosos de Lima. Alejandro Toledo, juntos a su séquito de seguidores, era asiduo espectador de las danzas puneñas en el Brisas. Y pregunto, ¿Las entradas del Brisas, estarán al alcance del puneño “pobre diablo” que bailan en Candelaria?. No. Pero si los danzarines son los que arman la fiesta en Puno, gastando más de 10 millones.
Entonces esta claro, los que siembran son los “pobres diablos” y los que cosechan son los otros diablos, diablos del Brisas, diablos de la Cusqueña, diablos del Cartavio.
30 de enero de 2007
23 de enero de 2007
Candelaria: ¿devoción o diversión?
No sabemos con exactitud cuantos puneños bailan en la Festividad Virgen de la Candelaria, ni el movimiento económico que ocasiona la fiesta patronal, pero si podemos asomarnos a las motivaciones de los danzarines y respondernos, porqué ese moreno, esa china diabla y los que bailan la saya se mueven incasablemente en febrero.
La encuesta de opinión de Multidato, nos aproxima a las motivaciones y pasiones del segundo mes de cada año.
Se sabe que un considerable 37.5% de puneños bailan por devoción; mientras que un 55%. de los ciudadanos bailan por tradición, diversión y costumbre. El mensaje es contundente, es más la diversión que la fe.
Así queda explicado el enorme crecimiento de las empresas de bebidas. En los últimos años las envasadoras de gaseosas y sobre todo las cerveceras han orientado su nicho de mercado hacia el altiplano. Los consumidores de la cerveza cusqueña y la arequipeña otorgan mayores márgenes de ganancia a la monopolizante Bakcus.
Posiblemente los alferados o presidentes de los más de 100 conjuntos sean los que más fe guarden en la mamita Virgen de la Candelaria, de lo contrario sería inexplicable las ingentes cantidades de dinero que juntan todo el año para destinarlo en febrero. Patrocinan gastos de atención de numerosos comensales y de sedientos integrantes, claro que también cuenta la “apjata”. Para los anfitriones, la virgen devuelve con creces todo lo invertido en la fiesta.
A menos de 10 días de la fiesta folklórica más grande del Perú, se oye cada vez más intenso el sonido los bombos, platillos y trompetas en el marco de los acostumbrados ensayos, miles de jóvenes suman lo necesario para ser protagonistas de la fiesta, mientras que la gran mayoría se prepara para ser parte de fiesta desde las tribunas.
Pero la fiesta no es sólo de los puneños, los migrantes y sus amigos esparcidos en diversos lugares del Perú, son los que más disfrutan, en ellos la fe en la Virgen de la Candelaria es secundario, lo que cuenta es la diversión. Según cifras del dirección regional del MINCETUR, en febrero no se registra el incremento de los turistas extranjeros lo que abundan son los visitantes nacionales.
Así es la fiesta en la capital del folklore peruano. Una extensa mayoría le pide bendiciones a la Virgen, pero pocos le corresponden en el año. La fe es de pocos y la diversión de todos.
La encuesta de opinión de Multidato, nos aproxima a las motivaciones y pasiones del segundo mes de cada año.
Se sabe que un considerable 37.5% de puneños bailan por devoción; mientras que un 55%. de los ciudadanos bailan por tradición, diversión y costumbre. El mensaje es contundente, es más la diversión que la fe.
Así queda explicado el enorme crecimiento de las empresas de bebidas. En los últimos años las envasadoras de gaseosas y sobre todo las cerveceras han orientado su nicho de mercado hacia el altiplano. Los consumidores de la cerveza cusqueña y la arequipeña otorgan mayores márgenes de ganancia a la monopolizante Bakcus.
Posiblemente los alferados o presidentes de los más de 100 conjuntos sean los que más fe guarden en la mamita Virgen de la Candelaria, de lo contrario sería inexplicable las ingentes cantidades de dinero que juntan todo el año para destinarlo en febrero. Patrocinan gastos de atención de numerosos comensales y de sedientos integrantes, claro que también cuenta la “apjata”. Para los anfitriones, la virgen devuelve con creces todo lo invertido en la fiesta.
A menos de 10 días de la fiesta folklórica más grande del Perú, se oye cada vez más intenso el sonido los bombos, platillos y trompetas en el marco de los acostumbrados ensayos, miles de jóvenes suman lo necesario para ser protagonistas de la fiesta, mientras que la gran mayoría se prepara para ser parte de fiesta desde las tribunas.
Pero la fiesta no es sólo de los puneños, los migrantes y sus amigos esparcidos en diversos lugares del Perú, son los que más disfrutan, en ellos la fe en la Virgen de la Candelaria es secundario, lo que cuenta es la diversión. Según cifras del dirección regional del MINCETUR, en febrero no se registra el incremento de los turistas extranjeros lo que abundan son los visitantes nacionales.
Así es la fiesta en la capital del folklore peruano. Una extensa mayoría le pide bendiciones a la Virgen, pero pocos le corresponden en el año. La fe es de pocos y la diversión de todos.
20 de enero de 2007
El distinguido señor móvil
Una microcomputadora multifuncional se adhiere a nuestro cuerpo posiblemente para nunca más despegarse. Es un excelente medio de comunicación, sirve como calculadora, reemplaza a la vieja agenda de papel, hizo quebrar a los fabricantes de reloj de pulsera, amenaza con reemplazar a los receptores de radio, arrincona a exitosas firmas de cámaras digitales y en los últimos meses ha tenido la osadía de hacer films de corta duración. Definitivamente es todo un señor, el señor móvil o simplemente el celular.
El crecimiento del hijo engreído de las telecomunicaciones, es cada vez más fuerte que lo puedes ver en una comunidad más alejada del altiplano pegado al oído del campesino o recordando las citas de un ajetreado empresario. En fin hoy es parte del obrero, del comerciante, del estudiante, del barrendero, del transportista, del profesor, del policía, del periodista y de cuantos oficios el hombre pueda ejercer.
El teléfono fue inventado por Alexander Graham Bell en 1876, y la comunicación inalámbrica tiene sus raíces en la invención de la radio por el italiano Guglielmo Marconi data del año 1894 por. Ambas tecnologías hoy fueron combinadas en un mismo aparato. El señor móvil.
Wikipedia, la enciclopedia libre más grande del mundo, considera a Martín Cooper como "el padre de la telefonía celular", cuenta que este personaje fabricó en Estados Unidos el primer radio teléfono entre 1970 y 1973, pero recién en 1979 aparecieron los primeros celulares a la venta.
Después de 27 años, al cerrar el 2006, el mercado peruano cuenta con 8 millones 900 mil de usuarios, es decir, de los más de 27 millones de ciudadanos que constituimos el Perú, un tercio de la población ya compró un celular. Dicho de otra manera 1 de cada 3 peruanos tiene su teléfono móvil.
Dos empresas, ambas con capitales extranjeros, pelean el rentable mercado de los celulares, la española Telefónica Móviles y la mexicana América Móvil. Un 59% del mercado le pertenece a Movistar y Claro logró convencer al 39% de los consumidores peruanos, el restante 2% se le atribuye a otras compañías menores.
Si bien los que lideran las compras son los juveniles entre 14 a 24 años, las empresas son las más exigentes en precios e innovaciones y en esto no hay límite. Las novedades son Internet, cámara fotográfica, videos y video conferencia.
No obstante de que últimamente que se le acusa de contaminación electromagnética y sus efectos en la salud del hombre, hoy sólo queremos rendirle honores al señor móvil por hacernos la vida más fácil.
El crecimiento del hijo engreído de las telecomunicaciones, es cada vez más fuerte que lo puedes ver en una comunidad más alejada del altiplano pegado al oído del campesino o recordando las citas de un ajetreado empresario. En fin hoy es parte del obrero, del comerciante, del estudiante, del barrendero, del transportista, del profesor, del policía, del periodista y de cuantos oficios el hombre pueda ejercer.
El teléfono fue inventado por Alexander Graham Bell en 1876, y la comunicación inalámbrica tiene sus raíces en la invención de la radio por el italiano Guglielmo Marconi data del año 1894 por. Ambas tecnologías hoy fueron combinadas en un mismo aparato. El señor móvil.
Wikipedia, la enciclopedia libre más grande del mundo, considera a Martín Cooper como "el padre de la telefonía celular", cuenta que este personaje fabricó en Estados Unidos el primer radio teléfono entre 1970 y 1973, pero recién en 1979 aparecieron los primeros celulares a la venta.
Después de 27 años, al cerrar el 2006, el mercado peruano cuenta con 8 millones 900 mil de usuarios, es decir, de los más de 27 millones de ciudadanos que constituimos el Perú, un tercio de la población ya compró un celular. Dicho de otra manera 1 de cada 3 peruanos tiene su teléfono móvil.
Dos empresas, ambas con capitales extranjeros, pelean el rentable mercado de los celulares, la española Telefónica Móviles y la mexicana América Móvil. Un 59% del mercado le pertenece a Movistar y Claro logró convencer al 39% de los consumidores peruanos, el restante 2% se le atribuye a otras compañías menores.
Si bien los que lideran las compras son los juveniles entre 14 a 24 años, las empresas son las más exigentes en precios e innovaciones y en esto no hay límite. Las novedades son Internet, cámara fotográfica, videos y video conferencia.
No obstante de que últimamente que se le acusa de contaminación electromagnética y sus efectos en la salud del hombre, hoy sólo queremos rendirle honores al señor móvil por hacernos la vida más fácil.
18 de enero de 2007
Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen
Ayer la celebración de la primera sesión de consejo regional terminó en un hecho desprovisto de tolerancia y cordura, similar a un lío de mercado. Hay tanta verdad en la frase “los pueblos tienen los gobernantes que se merecen” que cae como anillo al dedo en el estrenado gobierno de Hernán Fuentes.
Como sucede en todas las organizaciones reaccionarias, los ex amigos del caudillo fueron enfrentados por los actuales franeleros. La gresca se armó luego de que los consejeros de Avanza País apoyados por sus similares de PDR y el APRA, suspendieran el acto de sesión motivados esencialmente por un cálculo político. Sino hay alianza con Avanza País la región será ingobernable.
El espectáculo ampliamente difundido por los medios televisivos y radiales, evidencia que el que encabeza el gobierno regional no es un líder, es apenas un representante de un sector de la población puneña, disconformes con razón con las políticas de gobierno y la actual estructura del Estado, pero sin ninguna propuesta y visión de desarrollo.
El escaso liderazgo y entrenamiento político de Hernán Fuentes no le permite convencer a los consejeros regionales, y pone en riesgo la organización y conducción de la gestión pública y hace difícil el desarrollo integral y sostenible de la región.
Pero la responsabilidad no es solamente de él, es también de los electores. Entonces los ciudadanos cargamos la responsabilidad de elegir, por enésima vez, con la pasión y fanatismo y lejos de la razón.
Si Hernán Fuentes, quiere escribir su nombre en la historia como un personaje ilustre, le espera una ardua tarea. Deberá concertar con el grupo de consejeros que se apartó de su línea política y los otros representantes, escuchar menos a los que hasta ahora lo han aconsejado y más a los que verdaderamente quieren que su gobierno sea exitoso, que son mayoría.
Si realmente quiere terminar su gobierno con aplausos, deberá desechar los instrumentos que le han permitido elegirse como presidente. Entonces es necesario recordarle a Hernán Fuentes que ya no está en campaña. Dejar de ser locutor de radio y galardonar su investidura presidencial, es un buen consejo.
Como sucede en todas las organizaciones reaccionarias, los ex amigos del caudillo fueron enfrentados por los actuales franeleros. La gresca se armó luego de que los consejeros de Avanza País apoyados por sus similares de PDR y el APRA, suspendieran el acto de sesión motivados esencialmente por un cálculo político. Sino hay alianza con Avanza País la región será ingobernable.
El espectáculo ampliamente difundido por los medios televisivos y radiales, evidencia que el que encabeza el gobierno regional no es un líder, es apenas un representante de un sector de la población puneña, disconformes con razón con las políticas de gobierno y la actual estructura del Estado, pero sin ninguna propuesta y visión de desarrollo.
El escaso liderazgo y entrenamiento político de Hernán Fuentes no le permite convencer a los consejeros regionales, y pone en riesgo la organización y conducción de la gestión pública y hace difícil el desarrollo integral y sostenible de la región.
Pero la responsabilidad no es solamente de él, es también de los electores. Entonces los ciudadanos cargamos la responsabilidad de elegir, por enésima vez, con la pasión y fanatismo y lejos de la razón.
Si Hernán Fuentes, quiere escribir su nombre en la historia como un personaje ilustre, le espera una ardua tarea. Deberá concertar con el grupo de consejeros que se apartó de su línea política y los otros representantes, escuchar menos a los que hasta ahora lo han aconsejado y más a los que verdaderamente quieren que su gobierno sea exitoso, que son mayoría.
Si realmente quiere terminar su gobierno con aplausos, deberá desechar los instrumentos que le han permitido elegirse como presidente. Entonces es necesario recordarle a Hernán Fuentes que ya no está en campaña. Dejar de ser locutor de radio y galardonar su investidura presidencial, es un buen consejo.
14 de enero de 2007
La “criollada” instalada en el poder
Los recién instalados en el poder municipal, regidores y alcaldes, en estos días discuten los montos que les permitirán recuperar el capital invertido en la campaña, es decir, sus dietas y remuneraciones.
Mientras los entrenados buscan formas de sacarle ventajas a la norma, los estrenados luchan con su conciencia, pero ambos se mueven en la misma dirección, hacen números con las dietas a fijarse.
Tanto las dietas como la remuneración del alcalde tienen correspondencia, el Decreto de Urgencia 019-2006, señala que las dietas no podrán superar el 30% de la remuneración del alcalde. El monto máximo de remuneración para los alcaldes provinciales y distritales fue fijado a 11 050 nuevos soles y 3315 nuevos soles en caso de regidores.
Entonces la lógica criolla es, cuanto más alto sea la remuneración del alcalde los regidores tienen mayor posibilidad de mejorar su dieta. “Subo la remuneración de mi alcalde sabiendo que mejorará mi dieta”. No interesa si el alcalde es de otra tienda política, no interesa las diatribas de la campaña, en el banquete del señor dinero todos los invitados son iguales.
La norma en mención no señala que debe ser exactamente el 30% sino que no debe superar a dicho porcentaje, sin embargo, los regidores realizando una interpretación restrictiva aplican el 30% pudiendo ser menor el porcentaje. “Al diablo con el que dirán, si todos lo hacen”, es el precepto más valido.
Entonces los elegidos con Ley en mano, tanto regidores como alcalde, son parte de una componenda, implícita en casos excepcionales y explicita en la mayoría de ellos; lejos del contexto social y económico que soportan la mayoría de los que lo eligieron.
En este sentido, la norma antes de mejorar la situación económica de los peruanos mejora la situación económica de los regidores y alcaldes; y altos funcionarios del Estado. Antes del decreto de urgencia, muchos regidores provinciales ganaban entre 1500 a 2500 nuevos soles, ahora limitan sus dietas al techo máximo del 30% de la remuneración del alcalde, es decir, 3315 nuevos soles.
Si alguna vez pensamos que los políticos podrían gobernar en función a la expectativa de los miles que esperan ser atendidos o al menos recibidos en sus despachos nos equivocamos, lo que prima es la repartija de poder y alimentar los voraces bolsillos de los políticos locales. Nos es cosa de ahora, más bien es una herencia colonial cuya práctica se extendió en la época republicana y hoy constituyen paradigma del político peruano.
Es necesario recordarle a este político local que el grueso número de trabajadores estatales no alcanza ni al 50% de la Unidad Remunerativa del Sector Público (URSP) y la remuneración promedio de los trabajadores independientes es de 600 ó 800 nuevos soles en recompensa a 12 a 16 horas de trabajo diario.
Mientras los entrenados buscan formas de sacarle ventajas a la norma, los estrenados luchan con su conciencia, pero ambos se mueven en la misma dirección, hacen números con las dietas a fijarse.
Tanto las dietas como la remuneración del alcalde tienen correspondencia, el Decreto de Urgencia 019-2006, señala que las dietas no podrán superar el 30% de la remuneración del alcalde. El monto máximo de remuneración para los alcaldes provinciales y distritales fue fijado a 11 050 nuevos soles y 3315 nuevos soles en caso de regidores.
Entonces la lógica criolla es, cuanto más alto sea la remuneración del alcalde los regidores tienen mayor posibilidad de mejorar su dieta. “Subo la remuneración de mi alcalde sabiendo que mejorará mi dieta”. No interesa si el alcalde es de otra tienda política, no interesa las diatribas de la campaña, en el banquete del señor dinero todos los invitados son iguales.
La norma en mención no señala que debe ser exactamente el 30% sino que no debe superar a dicho porcentaje, sin embargo, los regidores realizando una interpretación restrictiva aplican el 30% pudiendo ser menor el porcentaje. “Al diablo con el que dirán, si todos lo hacen”, es el precepto más valido.
Entonces los elegidos con Ley en mano, tanto regidores como alcalde, son parte de una componenda, implícita en casos excepcionales y explicita en la mayoría de ellos; lejos del contexto social y económico que soportan la mayoría de los que lo eligieron.
En este sentido, la norma antes de mejorar la situación económica de los peruanos mejora la situación económica de los regidores y alcaldes; y altos funcionarios del Estado. Antes del decreto de urgencia, muchos regidores provinciales ganaban entre 1500 a 2500 nuevos soles, ahora limitan sus dietas al techo máximo del 30% de la remuneración del alcalde, es decir, 3315 nuevos soles.
Si alguna vez pensamos que los políticos podrían gobernar en función a la expectativa de los miles que esperan ser atendidos o al menos recibidos en sus despachos nos equivocamos, lo que prima es la repartija de poder y alimentar los voraces bolsillos de los políticos locales. Nos es cosa de ahora, más bien es una herencia colonial cuya práctica se extendió en la época republicana y hoy constituyen paradigma del político peruano.
Es necesario recordarle a este político local que el grueso número de trabajadores estatales no alcanza ni al 50% de la Unidad Remunerativa del Sector Público (URSP) y la remuneración promedio de los trabajadores independientes es de 600 ó 800 nuevos soles en recompensa a 12 a 16 horas de trabajo diario.
12 de enero de 2007
El deber ciudadano
A propósito de la denominación oficial del 2007, como “Año del deber ciudadano”, según ha dicho García Pérez para promover una cultura de responsabilidad y superación ciudadana, llama la atención que en nuestra ciudad por deber se entienda, “todo derecho exigible al gobierno, sea cual fuere el medio para conseguirlo”.
Los líderes poco ilustrados, llámese dirigentes barriales y sindicales, nos refieren conceptos con escaso sustento, que la causa de todo el problema social, económico y político es el Estado y sus gobernantes. La causa de la pésima educación, el gobierno; la causa de un desastroso sistema hospitalario, el gobierno; la causa de un derrumbe, el gobierno; la causa de una inundación; el gobierno; la causa de la acumulación de la basura, el gobierno. ¿Pero cuán responsables somos en cada uno de estos problemas?
Es fácil buscar un culpable e imputar las causas de la miseria peruana al Estado y tan difícil mirarse en el espejo de la historia y asumir la responsabilidad del hombre como ciudadano. Claro que el estado y los gobernantes que hemos tenido en su mayoría, tanto militares como civiles han sido un desastre, prueba de ellos son las políticas educativas y de salud que cambian cada 5 años con resultados deplorables; pero es necesario reflexionar sobre nuestro papel de ciudadanos.
Entonces pregunto, en la impuntualidad que es una característica peruana, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la práctica mínima de reglas de urbanidad como no arrojar basura en la calle, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en nuestra nula prevención frente a los desastres naturales, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la elección equivocada de nuestros gobernantes que en su mayoría terminan denunciados, ¿tiene responsabilidad el Estado?.
Nosotros, no sólo en Puno sino en todo el Perú, hemos interiorizado de manera tergiversada la ciudadanía, sólo exigimos nuestros derechos sin cumplir con nuestros deberes. En realidad el sustento de la ciudadanía es cumplir con nuestros deberes para exigir nuestros derechos.
Entonces ya es necesario que entendamos que en la medida que nosotros cumplamos con nuestras responsabilidades individuales podremos exigir nuestros derechos. Esta es la dimensión de los deberes, cuando se cumplen los deberes cívicos se fortalece la responsabilidad; y el ejercicio de la responsabilidad ciudadana permite el fortalecimiento de una sociedad democrática.
Los líderes poco ilustrados, llámese dirigentes barriales y sindicales, nos refieren conceptos con escaso sustento, que la causa de todo el problema social, económico y político es el Estado y sus gobernantes. La causa de la pésima educación, el gobierno; la causa de un desastroso sistema hospitalario, el gobierno; la causa de un derrumbe, el gobierno; la causa de una inundación; el gobierno; la causa de la acumulación de la basura, el gobierno. ¿Pero cuán responsables somos en cada uno de estos problemas?
Es fácil buscar un culpable e imputar las causas de la miseria peruana al Estado y tan difícil mirarse en el espejo de la historia y asumir la responsabilidad del hombre como ciudadano. Claro que el estado y los gobernantes que hemos tenido en su mayoría, tanto militares como civiles han sido un desastre, prueba de ellos son las políticas educativas y de salud que cambian cada 5 años con resultados deplorables; pero es necesario reflexionar sobre nuestro papel de ciudadanos.
Entonces pregunto, en la impuntualidad que es una característica peruana, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la práctica mínima de reglas de urbanidad como no arrojar basura en la calle, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en nuestra nula prevención frente a los desastres naturales, ¿tiene responsabilidad el Estado?; en la elección equivocada de nuestros gobernantes que en su mayoría terminan denunciados, ¿tiene responsabilidad el Estado?.
Nosotros, no sólo en Puno sino en todo el Perú, hemos interiorizado de manera tergiversada la ciudadanía, sólo exigimos nuestros derechos sin cumplir con nuestros deberes. En realidad el sustento de la ciudadanía es cumplir con nuestros deberes para exigir nuestros derechos.
Entonces ya es necesario que entendamos que en la medida que nosotros cumplamos con nuestras responsabilidades individuales podremos exigir nuestros derechos. Esta es la dimensión de los deberes, cuando se cumplen los deberes cívicos se fortalece la responsabilidad; y el ejercicio de la responsabilidad ciudadana permite el fortalecimiento de una sociedad democrática.
10 de enero de 2007
La hipoteca del futuro
Un devorador fenómeno ataca a los pobladores tercermundistas que habitan a orillas del Titicaca. Este fenómeno obliga a los migrantes recién adaptados a la vida urbana, a endeudarse para consumir y luego trabajar para pagar la deuda. La economía y sociología lo han catalogado como la “sociedad de consumo”, claro que algunos no entienden nada de lo dicho y solo saben que comprando serán tan iguales como los de la televisión.
La “sociedad de consumo” es la hija mayor del capitalismo o si quieren del neoliberalismo, sí el mismo neoliberalismo que Hernán Fuentes ha prometido enfrentarlo hasta derribarlo, claro que lo último es pura retórica política.
A diario veo a mis paisanos, comprar productos de bienes y servicios sin parar, sin priorizar sus necesidades. Esta bien el consumo, es imprescindible para satisfacer las necesidades humanas, pero cuando satisfacemos necesidades suntuarias sólo estamos alimentando las arcas de las empresas transnacionales.
Las marcas con altas utilidades producto de esta “sociedad de consumo” de la cual ya somos parte y nos reciben con alfombra, son las bebidas (Cusqueña, Coca Cola), los celulares (Movistar o Claro), las farmacias (Inkafarma), los artefactos (Sony o cualquier otra imitación) los cosméticos (Unique, Avon) y la lista puede ser tan larga que ameritaría una publicación especial.
La “sociedad de consumo” es la otra cara de la pobreza, para tener una idea se sabe que en el mundo hay un promedio de 1.700 millones de consumidores y 2.800 millones de pobres. Pero éste es un cálculo superficial, porque en realidad tanta es la fuerza de esta “sociedad de consumo” que los pobres y hablo de los que se encuentran en extrema pobreza también, contribuyen a la consolidación de la misma.
Hace tiempo, es decir hace 20 o 30 años, en una lejana localidad de la región, la merienda de los campesinos consistía en algo ligero, podría haber sido algún derivado de la cebada o de otro producto andino, hoy sino fue reemplazado al menos es adicionado por una bebida –gaseosa-, adicionalmente una goma de mascar.
A la sociedad capitalista o neoliberalista no le interesa frenar el consumismo de unos y elevar el nivel de vida de quienes más lo necesitan, no, nada de eso y al contrario, te vende un mundo ideal y te advierte subliminalmente que sólo se puede ingresar a él comprando determinadas “marcas”.
La “sociedad de consumo” es imparable, que intentarlo sólo funciona como una reflexión académica; lo que propongo es unirse a esta nueva sociedad de consumo y sacarle provecho, porque con los años habrán tantos endeudados que no sabrán que comprar. Vamos anímate, los aymaras y quechuas podríamos beneficiarnos también.
La “sociedad de consumo” es la hija mayor del capitalismo o si quieren del neoliberalismo, sí el mismo neoliberalismo que Hernán Fuentes ha prometido enfrentarlo hasta derribarlo, claro que lo último es pura retórica política.
A diario veo a mis paisanos, comprar productos de bienes y servicios sin parar, sin priorizar sus necesidades. Esta bien el consumo, es imprescindible para satisfacer las necesidades humanas, pero cuando satisfacemos necesidades suntuarias sólo estamos alimentando las arcas de las empresas transnacionales.
Las marcas con altas utilidades producto de esta “sociedad de consumo” de la cual ya somos parte y nos reciben con alfombra, son las bebidas (Cusqueña, Coca Cola), los celulares (Movistar o Claro), las farmacias (Inkafarma), los artefactos (Sony o cualquier otra imitación) los cosméticos (Unique, Avon) y la lista puede ser tan larga que ameritaría una publicación especial.
La “sociedad de consumo” es la otra cara de la pobreza, para tener una idea se sabe que en el mundo hay un promedio de 1.700 millones de consumidores y 2.800 millones de pobres. Pero éste es un cálculo superficial, porque en realidad tanta es la fuerza de esta “sociedad de consumo” que los pobres y hablo de los que se encuentran en extrema pobreza también, contribuyen a la consolidación de la misma.
Hace tiempo, es decir hace 20 o 30 años, en una lejana localidad de la región, la merienda de los campesinos consistía en algo ligero, podría haber sido algún derivado de la cebada o de otro producto andino, hoy sino fue reemplazado al menos es adicionado por una bebida –gaseosa-, adicionalmente una goma de mascar.
A la sociedad capitalista o neoliberalista no le interesa frenar el consumismo de unos y elevar el nivel de vida de quienes más lo necesitan, no, nada de eso y al contrario, te vende un mundo ideal y te advierte subliminalmente que sólo se puede ingresar a él comprando determinadas “marcas”.
La “sociedad de consumo” es imparable, que intentarlo sólo funciona como una reflexión académica; lo que propongo es unirse a esta nueva sociedad de consumo y sacarle provecho, porque con los años habrán tantos endeudados que no sabrán que comprar. Vamos anímate, los aymaras y quechuas podríamos beneficiarnos también.
8 de enero de 2007
El doble sentimiento de los maestros
“Debemos impedirla y boicotearla con piquetes masivos”, es la consigna del magisterio puneño en fiel cumplimiento al comunicado de Comité Nacional de Reconstrucción y Reorientación del Sutep, liderado por Robert Huaynalaya e identificado como facción radical de Sutep.
Los clasistas que pretenden boicotear por segunda vez la denominada Evaluación Censal, desde hace días planean formas y maneras de enfrentar al Estado en los locales donde se realizarán las evaluaciones.
Si los líderes están convencidos del boicot, los cerca de 20 mil maestros en Puno están confundidos y desinformados. El “vox populi”-la voz del pueblo- que generalmente no se pone de acuerdo con el Estado, en este caso específico esta con él y demanda la evaluación del magisterio.
Pero los maestros también son pueblo, son padres de familia y por ende soportan los efectos de una educación muy venida a menos, si no cómo nos explicamos que connotados profesores de la escuela publica prefieren ubicar a sus hijos en escuelas privadas. Entonces el maestro puneño afronta un doble sentimiento.
Tiene la presión de evaluarse porque así se lo demandan los alumnos, los padres de familia y la misma sociedad, pero también tiene el sentimiento contestatario y ponerle un pare al gobierno por tomarlos como chivos expiatorios, como el centro de todo el mal, cuando en realidad los maestros son el producto de las erradas políticas educativas que ha implementado el Estado a través de sus gobiernos, que en su mayoría no tuvieron una visión definida.
Es necesario remarcar, entonces que, el maestro más allá del sentimiento contestatario y la demanda de los otros actores del sistema educativo, desconfía del gobierno y teme ser despedido. Por estas razones, los maestros en su mayoría se encuentran en el dilema, ser o no ser.
Pero por el bien de la educación peruana el maestro debe someterse a la evaluación y el gobierno debe alcanzar a la sociedad en su conjunto, los pasos siguientes para mejorar el sistema educativo y no enfrascarse en el inicio. Definitivamente las buenas intenciones y una evaluación no solucionarán el problema.
Los clasistas que pretenden boicotear por segunda vez la denominada Evaluación Censal, desde hace días planean formas y maneras de enfrentar al Estado en los locales donde se realizarán las evaluaciones.
Si los líderes están convencidos del boicot, los cerca de 20 mil maestros en Puno están confundidos y desinformados. El “vox populi”-la voz del pueblo- que generalmente no se pone de acuerdo con el Estado, en este caso específico esta con él y demanda la evaluación del magisterio.
Pero los maestros también son pueblo, son padres de familia y por ende soportan los efectos de una educación muy venida a menos, si no cómo nos explicamos que connotados profesores de la escuela publica prefieren ubicar a sus hijos en escuelas privadas. Entonces el maestro puneño afronta un doble sentimiento.
Tiene la presión de evaluarse porque así se lo demandan los alumnos, los padres de familia y la misma sociedad, pero también tiene el sentimiento contestatario y ponerle un pare al gobierno por tomarlos como chivos expiatorios, como el centro de todo el mal, cuando en realidad los maestros son el producto de las erradas políticas educativas que ha implementado el Estado a través de sus gobiernos, que en su mayoría no tuvieron una visión definida.
Es necesario remarcar, entonces que, el maestro más allá del sentimiento contestatario y la demanda de los otros actores del sistema educativo, desconfía del gobierno y teme ser despedido. Por estas razones, los maestros en su mayoría se encuentran en el dilema, ser o no ser.
Pero por el bien de la educación peruana el maestro debe someterse a la evaluación y el gobierno debe alcanzar a la sociedad en su conjunto, los pasos siguientes para mejorar el sistema educativo y no enfrascarse en el inicio. Definitivamente las buenas intenciones y una evaluación no solucionarán el problema.
3 de enero de 2007
El juramento de Hernán Fuentes
El estrenado presidente regional, Hernán Fuentes Guzmán, el 02 de enero traslado a la ciudad capital a cientos de seguidores y simpatizantes esencialmente de habla quechua, para leer su discurso y poner en práctica un extraño ego propio de los políticos tradicionales cuando reciben el mandato popular.
Hablar ante una multitud y recibir elogios de una masa “portátil” es relativamente fácil. Posiblemente los nada espontáneos ciudadanos se fastidiaron con la lluvia no tan intensa, pero la meta era hacerle un ambiente folklórico al caudillo Hernán Fuentes, entonces los visitantes fueron consecuentes.
El discurso de ayer por cierto interesante, pudo ser leído un día antes en la misma juramentación, frente a autoridades y representantes de instituciones constituidas; pero para el político es imprescindible el aplauso, las vitoreadas. Es necesario alimentar el alma con exageradas manifestaciones de sentimiento.
Son tan necesarios los flashes, las cámaras -incluso aquellas domésticas con escasa calidad-, cuan importante es mirarse al día siguiente en televisión o verse estampado en un diario, mejor si este es capitalino, cuanta satisfacción causa al político provinciano contestar a un medio de comunicación nacional. Al igual que Fuentes también lo hacía Jiménez solícitamente y cada vez que CPN o Radio Programas se lo pedía.
Pero más allá de las egolatrías del poder y sus actores, el mensaje de Hernán Fuentes puede ser calificado como un discurso acorde a la demanda de los gobernados, que en su mayoría soportan un permanente engaño de sus gobernantes.
Las simpatías de Hernán Fuentes y posible apoyo en educación y salud de los gobiernos de Cuba, Venezuela y China, nos otorgan un aire de esperanza. La experiencia positiva más cercana de este apoyo es la atención oftalmológica en Copacabana.
Nos complace oir al presidente, que su remuneración será definida por los propios gobernados, sugiriendo como techo máximo de su sueldo el del presidente regional peor pagado en el Perú. Este es un acto simbólico, que si bien no soluciona problemas, constituye un gesto que nos permitiría pensar que realizará un gobierno transparente, lejos de la corrupción y la repartija de poder que ha campeado en esta entidad.
Si el viento sopla en sentido contrario, los puneños, juliaqueños, azangarinos, ilaveños, yunguyeños y demás “eños” exigiremos que deje el privilegió de gobernar a otro ciudadano.
Hablar ante una multitud y recibir elogios de una masa “portátil” es relativamente fácil. Posiblemente los nada espontáneos ciudadanos se fastidiaron con la lluvia no tan intensa, pero la meta era hacerle un ambiente folklórico al caudillo Hernán Fuentes, entonces los visitantes fueron consecuentes.
El discurso de ayer por cierto interesante, pudo ser leído un día antes en la misma juramentación, frente a autoridades y representantes de instituciones constituidas; pero para el político es imprescindible el aplauso, las vitoreadas. Es necesario alimentar el alma con exageradas manifestaciones de sentimiento.
Son tan necesarios los flashes, las cámaras -incluso aquellas domésticas con escasa calidad-, cuan importante es mirarse al día siguiente en televisión o verse estampado en un diario, mejor si este es capitalino, cuanta satisfacción causa al político provinciano contestar a un medio de comunicación nacional. Al igual que Fuentes también lo hacía Jiménez solícitamente y cada vez que CPN o Radio Programas se lo pedía.
Pero más allá de las egolatrías del poder y sus actores, el mensaje de Hernán Fuentes puede ser calificado como un discurso acorde a la demanda de los gobernados, que en su mayoría soportan un permanente engaño de sus gobernantes.
Las simpatías de Hernán Fuentes y posible apoyo en educación y salud de los gobiernos de Cuba, Venezuela y China, nos otorgan un aire de esperanza. La experiencia positiva más cercana de este apoyo es la atención oftalmológica en Copacabana.
Nos complace oir al presidente, que su remuneración será definida por los propios gobernados, sugiriendo como techo máximo de su sueldo el del presidente regional peor pagado en el Perú. Este es un acto simbólico, que si bien no soluciona problemas, constituye un gesto que nos permitiría pensar que realizará un gobierno transparente, lejos de la corrupción y la repartija de poder que ha campeado en esta entidad.
Si el viento sopla en sentido contrario, los puneños, juliaqueños, azangarinos, ilaveños, yunguyeños y demás “eños” exigiremos que deje el privilegió de gobernar a otro ciudadano.
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