28 de julio de 2009

Christian, el otro hijo del sol

Conozco a Christian Nonis desde el 2001, meses después de la muerte de Samuel Frisancho, su amigo; la elaboración de un CD de promoción turística nos permitió entablar un primer diálogo, y lo recuerdo como un hombre comprometido con el turismo, vive entre nosotros desde hace 27 años, enamorado del Titicaca, por ello quizá lo defiende con la misma vehemencia con que lo haría un lugareño; sin embargo lo que me entusiasma de sobre manera es la futura construcción de dos chullpas en su residencia de Charcas, uno para Samuel Frisancho y otro para él, según me explica para que ambos sentados encima puedan ‘rajar’ de los puneños, claro está en el decurso de la otra vida.

Hoy es una mañana de julio en las playas de Charcas, ubicado a 40 minutos de la ciudad de Puno, Albert y yo, llegamos a la residencia de Christian Nonis. No fue necesario tocar el timbre, el portón de metal con curvas Art Nouveau yacía abierto, luego de un saludo a uno de los obreros, aparece Blas, el mayordomo de la casa, e instantáneamente Christian, de contextura delgada y un claro acento extranjero, viste camisa, chompa y un pantalón que exige en recosido urgente en el bolsillo trasero; mientras se cruzan palabras de bienvenida y saludos, un bosque de árboles y flores, algunas marchitadas por la temporada, nos conducen a la residencia principal. Dos perros, “Princesa” y “Conde” a su manera también nos dan la bienvenida. La casa se extiende en más de 10 mil metros cuadrados, todo con acabados color rojizo que se ajustan perfectamente a la zona, el lugar bautizado como el “Castillo de Charcas” por los lugareños, es un espacio sorprendente rodeado por las cristalinas aguas del Titicaca. Esta es la casa ideal, me digo a mi mismo, mientras ideo algunas preguntas.

La deferencia y atención cordial de Christian, además de nuestra curiosidad por conocer la casa, postergan la entrevista para horas de la tarde; y cuando el sol se dispone a dibujar sombras y las brisas del lago se hacen notar, sentados en el cerco del jardín iniciamos nuestra conversación.

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Cuenta que llegó circunstancialmente al Perú en el año de 1982. Como profesor de Física-Química, Geografía e Historia, quiso sacarle máximo provecho a su año sabático y partió conjuntamente con su amigo de su natal Bélgica rumbo a la islas francesas de Polinesia (en el mapa se puede ver que desde Sudamérica es más fácil llegar hasta las mencionadas islas), ya en el Perú se les unió un amigo, pero la ingrata información de que el próximo barco saldría en 6 meses truncó la aventura, los dos amigos volvieron a Europa y él decidió abandonar Polinesia y cambiarlo por Sudamérica; días después emprendió viaje a Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Bolivia y Perú. “Me había propuesto conocer Sudamérica en 7 meses y los siguientes 4 meses quedarme en un algún lugar”, confiesa Christian, quien no duda en aceptar que remplazó las islas Marquesas de Polinesia por las del Titicaca y como para no creerlo, hasta ahora no ha visitado las islas francesas y aún no concretó su acercamiento a Paul Gauguin y Jacques Brel, quienes motivaron su viaje.

En una de sus visitas, en la frontera paraguaya-brasilera, después de un agitado día de mochilero, solicitó una parrillada y concluida la larga espera, la mesa fue cubierta con un extenso buffet de ensaladas, y para su decepción, sólo un pedazo de carne fue situado frente a sus ojos, sin pedir mayor explicación, procedió a ingerir la pequeña porción de carne; cuando ya había masticado casi la totalidad de los vegetales incluso la desilusión, apareció otra porción de la parrillada, enseguida otra y luego otra más, hasta la parrillada número 14. Entres risas, Christian recuerda que para disfrutar bien de aquel plato volvió al día siguiente.

En los 5 últimos meses de su año sabático decidió quedarse en Puno, conoció a sus paisanos, el padre Pepe Loits y el padre Jeff Ban Den Ouweland, a quienes los acompañó en su trabajo social y asistió a los afectados por la sequía que Puno afrontaba, y para minimizar sus gastos decidió vivir en la parroquia (presupuestó mil dólares para su aventura y después de un año regresó con 4 dólares a su natal Bélgica). “Visitando las islas me enamoré del lago, y Taquile fue el lugar que me amarró, tanto que decidí abandonar Europa”, recuerda Christian Nonis, el hombre que hoy se ha convertido en líder y consulta obligada cuando de turismo se trata en nuestra región.

De vuelta a Bélgica en 1983, añorando el calor de la gente del Altiplano, se preguntó ¿cómo hago para regresar? Entonces acudió a 3 empresas franco-belgas para alcanzar un puesto de guía de turismo para viajeros de Sudamérica, una de ellas lo acogió y así trabajó, junto a su amigo Guy Van Ackeren, también de nacionalidad belga que hoy es un próspero empresario en Lima. “Fuimos guías oficiales en la isla de Pascuas”, recuerda frunciendo el ceño; y como queriendo alimentar su ego de líder, agrega que se habían hecho tan conocidos que los propios turistas exigían que les guiaran, apenas terminaban un grupo, tenían esperando otro y otro más. Al concluir el tercer año como guías, reflexionaron que los 12 meses continuos de trabajo y estar las 24 horas pendientes de sus clientes los dejaban agotados, pero también evaluó que no tenía suficiente economía para erigirse cerca del Titicaca.

Los 3 años siguientes, Christian trabajó en la compra y venta de oro, entre Cusco y Puno, junto a dos amigos con quienes hizo una sociedad. “No quiero recordar mucho esta parte”, me responde cuando le pido detalles de esta etapa de su vida; lo único que logro apuntar es que por un descuido de sus socios la mercancía se perdió en Lima. Él se desilusionó con el proyecto y decidió trasladarse a Puno, el pretexto fue potenciar el hotel Europa, de propiedad de uno de los socios, el establecimiento fue renovado por completo y en pocos meses se mantuvo con alta receptividad (1989 a 1992), adicionalmente puso en funcionamiento la “pizzería Europa”, que en pocos meses fue una empresa rentable, “los restaurantes de Puno, no atendían más allá de las 9 de la noche”, recuerda Christian, mientras parece lamentarse el haber conocido a sus socios, que en repetidas ocasiones le trajeron más de un dolor de cabeza.

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Absorbido por la enigmática magia del Titicaca e identificado plenamente con la cultura andina y sus valores, Christian Nonis, abandonó por completo la escuela Notre Dame des Champs de Bruselas y vendió sus pertenencias en Europa. En 1993 compró un antiguo establecimiento de hospedaje del centro de Puno y lo transformó en lo que hoy es el Hotel Colon Inn. Su experiencia como guía de turismo en países de Sudamérica y su formación académica (recuerda que logró obtener dos títulos de profesor en el breve tiempo de dos años, cuando el promedio lo hace en seis), fueron insumos imprescindibles para liderar las organizaciones civiles de Puno, por periodos consecutivos fue presidente de la Cámara Hotelera y de la Cámara Regional de Turismo; lo cual alternó con una apasionante vida social, participó de la carreras del Club Automóvil Lagro Sagrado –Puno; tuvo la osadía de realizar la primera parapente en Puno; asesoró a Alejandro Guerrero en el documental "Titicaca, Puma de Piedra" y participó de diversas misiones como el de la Antártida.

En el año de 1997, luego de realizar una minuciosa investigación a la isla más visitada de nuestro lago, presentó su libro “Taquile, Encuentro con los hijos del Sol”; su pasión por el lago lo llevó a edificar su casa en la misma isla confundiéndose entre los lugareños; en el 2000 publicó el libro "Los Guías del Sol" junto al Centro Bartolomé de Las Casas. Tiempo después incursionó en la política como regidor, pero la misma gestión de Gregorio Ticona promovió su vacancia con el torpe discurso “por ser extranjero”. Recientemente hemos sido testigos de su activa participación en la Asociación Titicaca al Mundo y su incesante colaboración de cuando se trata de conservación y promoción de lo nuestro. Y como para no olvidar su idioma nativo y añorando su querida Bélgica cada año vuelve para visitar a los suyos. “La abuela este año cumple 99” nos dice con nostalgia al recordar a la matriarca de la familia quien logra desconcentrarlo de cuando en cuando.

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En el extenso patio del Castillo de Charcas, muy cerca de las arenillas de las playas de la zona, donde hemos entablado una agradable conversación, el sol ha declinado por completo, el viento junto a la brisa del Titicaca confabulan nuestra retirada y Christian nos invita a volver a su residencia. Tres peldaños de piedra tallada nos conducen a una cálida y amplia habitación, pero es necesario llegar al segundo nivel para concluir la entrevista, lugar donde está ubicado su escritorio y su biblioteca; donde llaman nuestra atención los libros de historietas, de fotografías, obras de literatura y valiosos textos de Puno; el libro en homenaje a Víctor Humareda me invita a hojearlo y mi exigua preparación sobre pintura hace que no me asombre del puneño más famoso. Mientras logra ponerse cómodo en el escritorio copado de folletos, papeles y piedrecillas lisas de la zona ubicadas detrás del monitor de su ordenador, saco la grabadora y él esquiva mi pregunta sonrojado, y me consulta si de verdad es necesario utilizar la grabadora porque se siente más cómodo con los apuntes; como es imprescindible su versión no retiro la grabadora, él concentra su atención y hace juego a las preguntas y respuestas.

Presiono el botón del celular que hace las veces de “stop” y su esforzado español se transforma en un lenguaje más espontáneo, para él sería más cómodo responder en su lengua materna francesa, pero estamos en el Perú; ya en confianza cuenta que una tarde del otoño del 82, cuando el Perú aún saboreaba la clasificación al mundial y Paraguay soportaba el mayor régimen dictatorial de Hugo Stroessner, se hospedó en un céntrico hotel de Asunción, la afección de una enfermedad le obligó a quedarse por tres días consecutivos, y como la visita de turistas era escasa, el dueño del hospedaje le insinuó con insistencia venderle estupefacientes, ante la negativa categórica del visitante y convencido que podía utilizarlo para su fines, el hombre le reveló que era agente policial y casi instantemente le ofreció trabajar con ellos, y para tal caso tendría dos guardaespaldas a su disposición; su contrato inició un día después. Luego de varias horas de tarea preliminar, ingresó al local de los ilegales y antes que revelara la identidad de los vendedores de droga, su identidad fue delatada por la intervención inoportuna de los guardaespaldas; para proteger al extranjero aventurero, los agentes paraguayos decidieron trasladarlo a Brasil. Un vuelo privado de la milicia paraguaya se encargó de la maniobra.

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Vasos de agua, una botella de vino y cubiertos nos esperan en la mesa, el buen Blas, joven lugareño que trabaja en la casa, nos trae una plato de tallarines; en medio de la mesa una cestilla de panes provoca mi apetito, pero el tradicional ‘salud’ con el sonido de vasos se anticipan a los tallarines revueltos en algún guiso que desconozco, luego vendrá un postre. Mientras Christian acaba su taza de café con leche y nosotros deleitamos el mate de coca, nos explica que la casa, desde su inauguración (2003) fue testigo de innumerables conspiraciones a favor de Puno; autoridades, diplomáticos y personalidades posaron en la mismas sillas en las que hoy estamos sentados.

Cuando la oscuridad se apodera por completo del Altiplano y las olas del lago tejen sinfonías interminables, nosotros nos aprestamos a dar la espalda a la particular edificación. Rememorando el paisaje de la comunidad Santa Rosa de Yanaque, comprendo que el aventurero Christian se ha convertido en el otro hijo del sol, y hoy, vive como uno más, entre los tantos de la comunidad aymara.

15 de junio de 2009

Yehude Simon el "estupendo primer ministro”

Las incoherencias verbales y la ausencia de autocrítica del gobierno aprista pintan de cinismo y descaro al presidente Alan García. Ayer el mandatario, luego de inspeccionar la evaluación para el acceso a la Carrera Pública Magisterial en alguna institución educativa adinerada de San Borja, calificó a Yehude Simon como un “estupendo primer ministro”.

Ningún ciudadano consciente de la realidad peruana, puede negar que el 5 de junio hubo una matanza cuyo responsable es el gobierno aprista, el saldo oficial señala que son 24 policías y 10 nativos; los dirigentes indígenas que lucharon por la defensa de sus tierras aseguran que son más los muertos. LA Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), luego de inspeccionar la zona y entrevistar a los nativos, precisó que 61 personas continúan desaparecidas.

Entonces qué quiere decir realmente Alan García cuando parafrasea que “Yehude Simon es un estupendo primer ministro y no es un hombre que se aferra …”. Posiblemente García haya ensayado una respuesta a Ollanta Humala, quien pidió no aferrarse al cargo tras los lamentables hechos de Bagua; pero el discurso de García esconde algo más grave, es un discurso que afrenta a la inteligencia de los peruanos, es un discurso que pinta al gobierno aprista de inflexible ante cualquier pedido de respeto al derecho de los demás; siendo sinceros, luego de la matanza de Bagua, lo único que incrementó es la soberbia y la sordidez del gobierno.

Acorde con esta posición, días atrás, García expresó: “estoy convencido de que el Perú vive un excelente momento, y a pesar de la crisis y a pesar de la incomprensión política o de la agitación de quienes no quisieran este modelo, seguirá avanzando”, tan insensato es García que no concibe que “avanzar” responsablemente significa plasmar un modelo económico, equilibrado con lo social y el medio ambiente (Pachamama). La muestra es Estados Unidos, su crecimiento económico descuidó los otros factores y se derrumbó abismalmente.

La indolencia e intolerancia creciente de García que se escucha mejor en RPP y se lee en El Comercio, decía: “yo hago valer la decisión de las mayorías, porque eso es lo democrático; yo hago valer el sentido de la ley y del orden”, lo paradójico es que un 56.6% de los peruanos rechazamos su gobierno. La fuente es la encuestadora de la Universidad de Lima, ejecutada antes de la matanza de Bagua, comprenderá que este rechazo puede alcanzar hasta el 80% en una fotografía de momento.

A propósito, ninguna encuestadora se ha animado a medir la popularidad del presidente luego de la matanza de Bagua, ¿Dónde está CPI?, tan cercana al gobierno de Fujimori y García. ¿Recuerdan? Después de un día de la sentencia del mayor criminal político, CPI propagó que el 59,4% de la población de Lima y Callao está en desacuerdo con la condena a 25 años de prisión al ex presidente Alberto Fujimori; ya pasaron 10 días después de la masacre de Bagua y ninguno de estos analistas se anima a decir nada. Ni a favor ni en contra. ¿Cuál es cálculo político?.

El gobierno aprista puede continuar elogiando a sus aliados, silenciando medios de comunicación como La Voz de Bagua o comprando con publicidad a la mayoría de medios nacionales, pero lo que no podrá evitar es que el APRA quedará sepultado, al menos para las próximas elecciones; ni hablar de Yehude Simon, el “estupendo primer ministro” apenas podrá alcanzar un escaño al Congreso, adiós a su sueño de ser presidente. Quien si merece, al menos, un respetuoso saludo es la ex ministra de Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso. La renunciante nos recordó que los políticos, algunas veces, también tienen sensibilidad.

9 de mayo de 2009

Gallos de pelea

En un rincón del Perú, entre el aroma de la selva puneña y el frío del altiplano, Ayapata se erige como un templo de la modernidad camuflando la indigencia manifiesta en el alfiler y el atado de lliclla decolorada que adornan a las lugareñas. Una trocha carrozable (a tres horas desde Macusani en colectivo), nos conduce hacia este pueblo donde la segunda atracción es la pelea de gallos. El domingo 3 de mayo, cuando el altiplano inicia la fiesta de las cruces, los pobladores de Ayapata festejan a su manera, se reúnen alrededor de un ruedo improvisado y empieza el bullicio.

Es un poco más de las tres de la tarde del domingo, la neblina impide ver el azul del cielo como prediciendo que la tarde será gris. Los criadores lograron inscribir hasta 150 gallos, quienes pelearán con la cresta y la cola bien erguida; previamente los dueños sometieron a un registro exhaustivo de pesaje, algunos vienen de Cusco, otros de Juliaca y la mayoría son de la zona; y todos esperaron el día con gran entusiasmo.

Antes de empezar la pelea, los instintivos animales son provistos de espuelas artificiales y de harta energía positiva, los promotores también se preparan para una pelea verbal que ocasionalmente puede terminar en una emulación de lo que bien saben hacer los gallos, pero hoy no habrá mayores sobresaltos. La cerveza es el ingrediente básico para enervar los ánimos; algunos enaltecerán al ganador y otros saborean la derrota del animal que en ese instante representante al ego humano en su máxima manifestación.

De pronto inicia la pelea. Ambos dueños se ponen de acuerdo sobre el monto de la apuesta, 50 soles es una constante pero puede llegar hasta 100 soles o más, dependiendo de la raza y las hazañas logradas por el animal; los bolsillos de un tipo robusto de rostro rojizo que hace Juez, servirán de mesa; el ganador se llevará la totalidad de la apuesta, en el probable caso de un empate, los participantes retornarán sin pena ni gloría, pero eso sí el Juez no pierde. Estas son las reglas.

Mientras el tufillo de cerveza y los ruidos alentadores enervan el ambiente, un gallo sin nombre que cruza la mitad del ciclo de vida, entra al ruedo, es la tercera vez que peleará en su corta subsistencia, su dueño del cual no recuerdo su nombre asegura que no lo entrenó, posiblemente confiado en su buena suerte; su contendor que parecía ser el más visceral de los participantes, luego de 8 minutos reglamentarios con interrupciones para cambio de espuelas, terminó sin vida; pese a una férrea defensa, el plumífero fue atravesado por más 5 picotazos y otro tanto de incrustaciones de espuelas, privándosele de su existencia. La tenue luz del astro rey nos dejó certificar que el peleador murió con el pico tendido en el suelo y la sangre regada entre el ruedo y los expectantes, una gota cayó en mi mano, por un momento pensé deshacerme por previsión de alguna enfermedad aviar, pero más pudo el espectáculo, que continuó hasta que el sol se retirará por completo.

El ganador, el gallo sin nombre, pese a haber otorgado 140 soles a su amo, también terminó la jornada con graves problemas que deberá afrontar el resto de su vida, nadie supo en realidad lo que le pasó, los saltos son tantos y tan rápidos que es difícil predecir el accionar de los animales, pero su dueño que tiene experiencia en estos avatares presume que en plena pelea su contendor le incrustó el pico en el ojo derecho, ahora un liquido color tierra gotea por su frente, “mi gallo es tuerto, pero aún puede ganar en la siguientes peleas”, palabrea el adolescente que aseguró su alimentación por 4 años consecutivos y en retribución -el animal- le regaló dos hazañas. “Hay gallos tuertos que campeonan, estos son de pelea”, se dice así mismo y vuelve al ruedo para continuar animando a sus demás pupilos.

Antes que el sol nos abandone por completo, abordamos la única combi que hace servicio de Ayapata a Macusani; dos horas antes hemos adquirido nuestro boleto, así que es el momento propicio para despedirse de los anfitriones de la fiesta y preparar cuerpo para 7 horas de viaje hasta Puno. Mientras la frondosa pachamama ataviada de miles de colores apenas se deja ver, un sentimiento agridulce invade mi reflexión, la celebración apoteósica del hombre contrasta con la agonía del animal; pero esta escena sólo es la fiel representación de la humanidad, mientras los de abajo batallan por su sobrevivencia, los de arriba se agasajan jubilosamente a costa de los otros. Así es la vida. Somos gallos de pelea.

7 de mayo de 2009

El “faenón” más caro de los policías

Similar al problema del racismo, la pobreza, el desempleo y la desnutrición, el Perú afronta un problema endémico que es la corrupción. El último martes, el fiscal Fredy Vilca Monteagudo de la provincia de San Román en Puno, vivió en carne propia el abuso de poder que a diario se perpetra en nuestro país; luego de constatar un acto de corrupción en el cuerpo policial, ordenó la detención inmediata del suboficial PNP, Javier Elías Panca Quispe, pero los efectivos del orden, es decir sus camaradas que llevan el informe de la Policía Nacional del Perú, se negaron a detener al mal elemento, aduciendo que no vieron el acto delictuoso. Después de varias gestiones finalmente se internó al efectivo que exigió 2 soles para tolerar la falta de un transportista. ¿Pero qué del ciudadano que cotidianamente es acosado por malos servidores públicos?

La corrupción está en todas las esferas, en el transporte, en el mercado, en la escuela, en la municipalidad, en el gobierno regional, en el gobierno central, en los partidos políticos y en las diversas formas de organización a las cuales accedemos diariamente; la corrupción convive con cada uno de nosotros, de un lado el pueblo rechaza, critica y se muestra en desacuerdo, pero por otro lado sucumbe al mal comprendiendo que es el medio más rápido para cumplir con su objetivo; convirtiéndolo en su estilo de vida. Así es el Perú.

El doble discurso es una estrategia que caracteriza a los asiduos practicantes de la corrupción. Cuando en diciembre del 2008, se hizo pública la conversación telefónica sostenida entre el aprista Alberto Quimper, (director de Perú-Petro) y Rómulo León Alegría (ex ministro del primer gobierno del APRA), celebrando su hazaña delictuosa con el ahora famoso término "hemos hecho un faenón"; el presidente de la República se apresuró en calificarlos de "ratas", "víboras", "felones" y "fariseos", pero hasta ahora no existe una sanción a los autores del tal delito, lo que más se evidencia es la lentitud en el juzgamiento y un tácito encubrimiento de parte de los apristas y del sistema de gobierno en sus diversas esferas.

La historia nos demuestra que la corrupción, es el principal factor para el subdesarrollo, el culpable de la desconfianza generalizada de las instituciones estatales, un tributante mayor de la pobreza porque imposibilita la distribución adecuada de la riqueza, y sobre todo debilita la democracia al punto que los miles de ciudadanos piden a gritos un gobierno autoritario.

El acto indecoroso registrado por el fiscal Fredy Vilca Monteagudo, es sólo la confirmación de que los ciudadanos estamos inmiscuidos en una cultura de la corrupción y nuestra sociedad lo ha aceptado y convertido en mecanismos de funcionamiento del sistema, tanta es la resignación del pueblo que la frase “que robe pero que trabaje” hasta suena a elogió para algunos, pero esta frase también encierra nuestro actuar, evidencia nuestra pobreza interna.

Para frenar esta crueldad y putrefacción del alma; es necesario afrontar desde todos los frentes, por ello nuestra sincera felicitación al representante del Ministerio Público quien tuvo la osadía de enfrentar a los malos efectivos que a diario perpetran su cometido, convirtiéndose en asaltantes uniformados de las carreteras. Queda en cada uno de nosotros fomentar la cultura de anticorrupción, el cual empieza en casa y en la escuela.

5 de mayo de 2009

Chile y su negación de carrera armamentista

El pasado 28 de abril el ministro de Defensa de Chile, Francisco Vidal anunció ante la Cámara de Diputados, la compra por parte su Gobierno, de 18 aviones de combate F-16 de fabricación holandesa, valorizados en US$270 millones; con esta adquisición Chile completará un total de 46 aviones. La compra de armamento de cualquier país vecino podría pasar desapercibida sino se trata de Chile, país con el cual hemos tenido un diferendo histórico.

Como se recordará, el 19 de marzo del presente año, el Perú presentó ante la Corte Internacional de La Haya, la memoria del diferendo marítimo, exigiendo la delimitación de las fronteras del mar, con el fin de recuperar unos 35.000 kilómetros cuadrados de territorio, que hasta ahora están bajo soberanía de nuestro vecino del sur; inmediatamente Chile recordó que existen dos tratados, suscritos en 1952 y 1954, que a entender de Chile, el estado peruano reconoció durante 50 años, incluso agregó acuerdos complementarios posteriores.

Más allá del sustento de Chile y su negación a una delimitación marítimas, es histórica y reiterativa la prepotencia y arrogancia de los gobernantes chilenos; recientemente luego de la presentación de la memoria ante La Haya, el entonces flamante canciller, Mariano Fernández, sostuvo: “el mar no de vende ni se regala, el mar se defiende”; similares aseveraciones lo hemos escuchado los peruanos en diversas esferas del gobiernos de Chile; ensimismándose superioridad y ventaja sobre el Perú.

Para analizar el contexto, también es necesario recordar, que el 25 de marzo del 2009, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ordenó la transferencia de 160 millones 220 mil 742 nuevos soles a favor del Ministerio de Defensa, destinados a reparar los aviones de guerra MIG 21 y comprar material antitanque. Precisando la actitud, encontramos que el presupuesto del Ministerio Defensa en el Perú es apenas US$ 650 millones hasta el 2011; mientras que el gobierno chileno incrementó su inversión militar a US$ 2,300 millones sólo en el 2008.

Para el Perú, es preocupante la carrera armamentista de Chile. “Ningún país puede alegrarse cuando un vecino compra armas. Y una flotilla de F-16 es realmente algo importante. Sabemos que cada país es libre de tomar decisiones, pero no podemos celebrar que se gaste lo que se está gastando en material bélico”, dijo recientemente el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, José Antonio García Belaunde.

Sin embargo, lo que causa desasosiego es la posición peruana; más allá de la inquietud expuesta por diversos líderes tanto oficialistas como de oposición, la preocupación no se plasma en voluntad política; y por ende no hay acciones. Mientras Chile, facultada por Ley otorga el 10% de las ventas anuales del cobre a sus Fuerzas Armadas; en el Perú hay sectores que se oponen a normar la transferencia de presupuesto a favor del Ministerio de Defensa.

A nuestro parecer, es urgente que la Comisión de Economía del Congreso apruebe el proyecto de ley que propone otorgar a las FF.AA. el 5% del canon y las regalías que perciba el Estado por la explotación de nuevos yacimientos mineros; con ello las Fuerzas Armas al menos lograrían un equipamiento bélico básico. No se trata de una carrera armamentista es apenas un gesto para mirar al vecino país con la cabeza erguida.

2 de mayo de 2009

Entretelones y movidas políticas de la “gripe porcina”

Una verdadera telenovela parecer vivir el mundo y como para confirmar el sentido de la ficción, la historia nace en México; hasta el 30 de abril los muertos por la gripe porcina ascendían a 177, pero la historia cambió la madrugada del 01 de mayo; y ahora se dice que sólo 16 personas murieron en el mundo. ¿Qué pasó. Como los muertos no hablan y lo que cuenta son las cifras oficiales, la Organización Mundial de Salud (OMS), primero bautizó con otro nombre a la letal enfermedad y luego minimizó el número de muertos. El trasfondo de la movida, es la economía.



















Angustia, miedo y tristeza son lo que esconden las mascarillas que hoy se imponen como moda en el mundo entero, pero esencialmente en México y Estados Unidos de Norte América. La historia comenzó el día 18 de abril cuando se presentaron los primeros casos de infección humana por virus de la “gripe porcina” en México, pero recién desde el 26 de abril, cuando Estados Unidos reportó 20 casos de A/H1N1, el mundo se alarmó y los medios centraron su atención.

Según la OMS, la gripe porcina es una enfermedad respiratoria aguda y altamente contagiosa procedentes de los cerdos, causada por alguno de los varios virus gripales de tipo A de esa especie. El virus se transmite entre los cerdos por contacto directo o indirecto, y este mutó afectando al hombre. Posiblemente esta influenza se haya originado en una de las granjas de cría de cerdos en México, donde los humanos tienen contacto directo con puercos. Los síntomas que experimentan los infectados son: Un cuadro respiratorio caracterizado por tos y frecuencia respiratoria elevada, estornudos, fiebre superior a 39 grados, congestión nasal, vómitos, desorientación, dolor de las articulaciones y músculos. La excreción nasal del virus puede aparecer aproximadamente a las 24 horas de la infección.

Desde el 24 de abril, conforme pasaron las horas y los días, los casos de infectados se fueron multiplicando exponencialmente. Sin bien los afectados son mínimos en cada país, lo que se ha desatado en el mundo es una fiebre psicológica, psicosis, de pronto las mascarillas fueron más solicitadas, de pronto los medios de comunicación otorgaron ingentes cantidades de páginas a la temible enfermedad, de pronto la especulación se apoderó en cada rincón del planeta: la conversación cotidiana en la casa, el auto, en el colectivo y muchas actividades fue la “gripe porcina”.

Entonces, luego de 5 días, la Organización Mundial de la Salud ha decidido elevar el nivel de alerta de la epidemia de cuatro a cinco tras las últimas informaciones que señalan un aumento de los casos en varios países y que indican que el virus se está extendiendo ahora con más facilidad entre humanos, lo que indicaría que estamos ad portas de una pandemia de gripe. “Esta amenaza debe tomarse seriamente precisamente por su capacidad de extenderse rápidamente a cada país del mundo", informó Margaret Chan, directora de la OMS.

En el Perú, ese mismo día el 29 de abril, una ciudadana argentina que viajaba de México a su país, llegó en vuelo al Perú por emergencia y luego de un acucioso estudio médico, el ministro de Salud peruano, Oscar Ugarte, confirmó que se trata del primer caso de “Gripe Porcina” en Sudamérica. Y en Puno, la Dirección Regional de Salud, aprobó el uso obligatorio de mascarillas al personal de Salud en la atención de pacientes con neumonía.

PÉRDIDAS ECONÓMICAS

Empeorando la crisis económica que afronta el planeta en su integridad, algunos con mayor fortaleza que otros, las finanzas de México se han empeorado la semana que termina, como consecuencia de la “gripe porcina”. Para el presente año, los especialistas habían pronosticado un crecimiento del orden del 3% para este país; pero la situación empeorará con la epidemia que ya ha cobrado más de 180 muertos. Las pérdidas son esencialmente por el turismo, que aporta al presupuesto de México poco más de US$ 13.000 millones anuales, lo que equivale a un 8% del Producto Interno Bruto (PIB). ¿O alguien todavía quiere visitar México? Pese a que ningún país ha prohíbo viajar a México, el miedo a contraer la enfermedad ha hecho que diversos grupos de turismo que han previsto su viaje cambien a otras zona de Latinoamérica. Las aerolíneas, agencias de viajes y hoteles, son las empresas más afectadas tras el brote del virus.

De noche a la mañana, Filipinas, Nicaragua, Alemania, Rusia, China, El Salvador, Ecuador y otros países, prohibieron el ingreso de la carne de cerdo de Estados Unidos y de México por temor al virus. Se conoce que en México las ventas bajaron hasta en un 80%. El presidente de la Asociación de Porcicultores de México, Martín Chávez Bonilla, expresó: “somos víctimas de la influenza, y de una información oficial inadecuada que se prestó a que la población crea que consumir carne de puerco le va a hacer daño”. Similares pérdidas en menos proporciones se ha registrado en todo el mundo, incluido el Perú.

La segunda pérdida económica es la del mercado interno. La Ciudad de México, el principal motor económico de este país, se encuentra semiparalizada. Como es de esperarse, se han suspendido conciertos, salas de cine y todo tipo de eventos masivos; provocando la ausencia de un movimiento económico estable, lo que hasta hace una semana ni se preveía.

Similares altibajos económicos se presentaron en 23 países donde la “gripe porcina” también se ha detectado en menor escala. Usted se ha preguntado ¿qué pasaría si esta epidemia se convirtiera en pandemia?. Es decir la enfermedad se propagara por todo el mundo y los afectados se cuenten por cientos en cada país. Hace un año el Banco Mundial estimó que de presentarse una pandemia de influenza ésta podría costar US$3 billones a la economía global provocando una caída de 5% en el crecimiento mundial. Hace seis años, en el 2003, cuando apareció el brote de gripe aviar, se estimó que sólo la región asiática perdió US$80.000 millones.

MEXICO SE DESHACE DEL VIRUS

Frente al evidente desastre económico de México y Estados Unidos, el aparato político mundial capitalista ha decidido sacrificar las cifras oficiales y desmanchar a México que en los últimos días se había erigido como el icono de la “gripe porcina”. Después de 6 días de fiebre psicológica mundial y 177 muertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió bautizar al virus de la “gripe porcina” como «gripe A (H1N1). Dictaminaron que nunca más será la gripe porcina ni tampoco la gripe mexicana, al menos oficialmente; evidenciando que el político-económico son primordiales para encaminar la nacional y el mundo.

La medida fue adoptada el jueves, varios medios de comunicación mundiales calificaron esta dación como una medida aparentemente dirigida a aplacar los efectos de la crisis en la industria porcina y los criadores de cerdos. El diario ABC de España sustentó de la siguiente manera: “Aún no se ha podido confirmar si el primer caso surgió en México o en Estados Unidos, y ningún país quería pasar a la historia con este estigma. Así que la OMS ha buscado un término científico, más diplomático, aunque menos divulgativo, denominándolo gripe A H1N1”

Un alto funcionario de la OMS, Keiji Fukuda justificó el cambio de gripe porcina por el de gripe A (H1N1), señalando que el virus se está convirtiendo en una gripe humana. «Estábamos recibiendo informes de que en algunos lugares los cerdos estaban siendo sacrificados y los animales no son los culpables de lo que está ocurriendo», confirmó así la mutación del nombre.
Coherente con la política mundial de reducir la tensión y la psicosis, el gobierno de Alan García, decidió retractarse en la llegada de la “gripe porcina”. Un día después de confirmar que el virus se instaló en el Perú con la llegada de la ciudadana argentina, el mismo ministro de Salud, Óscar Ugarte, se contradijo y descartó que la mujer argentina tenía otro virus muy parecido, pero no precisamente la “gripe porcina”. Esta vez, el ministro afirmó: “Ella tiene el virus A H1, que es otro tipo de influenza”, y agregó que la salud de la paciente “es estable” y de “visible mejoría”. El viernes, fuentes oficiales informaron que dieron de alta a la ciudadana argentina. Al parecer la consigna al unísono, entre los gobiernos es “no podemos ahuyentar las inversiones”.

NUMERO DE MUERTOS

La segunda reacción política con el fin de sostener la calma, fue reducir el número de muertos, de 176 víctimas confirmadas, fuentes oficiales de México redujeron a 7 personas en México; dejando sin piso a los medios de comunicación. Al día siguiente, el 01 de mayo, la Agencia REUTERS entrega esta confusa nota: “México dijo que tenía 358 casos de influenza y que hasta ahora han muerto 15 personas confirmadas por análisis virológico, aunque días atrás las autoridades dijeron que habían registrado 176 muertes posiblemente relacionadas con el nuevo virus que aún estaban siendo analizadas”. Los otros medios callaron sin explicación alguna.

No existe información alguna que sustente adecuadamente la disminución del número de fallecidos, y como hemos esbozado líneas arriba, el poder político–económico, se impuso a la verdad; desde ahora no será imposible determinar el número de muertos; la razón principal es que la población mundial y sobre todo los consumidores extiendan su confianza en las empresas comerciales, y continúe el desenvolvimiento económico y no afecte el orden mundial o al menos el impacto sea mínimo.

CIFRAS

De acuerdo a información de diversos medios de comunicación, tanto oficiales como medios privados, el número de infectados sobrepasan los 600, el número de muertes hasta el 30 de abril ascendían a 177; sin embargo 24 horas después el Gobierno mexicano informó del fallecimiento de 9 ciudadanos más, que sumados sobrepasan los 180; sin embargo el dato oficial hasta el amanecer del sábado 02 de mayo fue: 16 fallecidos en México y 01 en Estados Unidos.

Los 23 países afectados con infecciones, según información de diversas agencias y portales de medios de comunicación son como sigue: México (381), Estados Unidos (141), Canadá (34), España (13), Reino Unido (8), Alemania (5), Israel (2), Francia (2); mientras que Australia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Suiza, Costa Rica, Brasil, Dinamarca, Japón, Hong Kong, Holanda y Suecia, al menos albergan un infectado por el temible virus de la “gripe porcina”

AUN NO HAY VACUNA
La OMS admitió que aún no ha empezado a fabricarse la vacuna contra el nuevo virus, debido a que la fabricación de vacunas es un proceso complejo que, en algunos casos, ha hecho imposible lograr una fórmula para determinadas enfermedades, como el sida; Sin embargo, dada la "tremenda experiencia" de la industria farmacéutica actual, no hay duda de que una vacuna contra la gripe A (H1N1) es posible, pero su desarrollo es lento, y las primeras dosis recién estarían listas dentro de cuatro o seis meses. Hasta ahora, los infectados vienen aplicándose dos medicamentos Tamiflu y Relenza, según autoridades estadounidenses son efectivas para combatir los casos de influenza porcina.

PANDEMIAS

Según la Organización Mundial de la Salud, las pandemias de gripe son sucesos poco frecuentes pero recurrentes. Típicamente se han producido a intervalos de entre 10 y 50 años a lo largo de la historia. En el siglo XX se produjeron tres pandemias: la de 1918, que provocó unos 40 millones de muertes, la de 1957, en la que murieron más de dos millones de personas, y la de 1968, con cerca de un millón de víctimas. Las pandemias, al causar un aumento súbito del número de enfermos y muertos, suelen provocar el desbordamiento de los servicios de salud y pueden dar lugar a graves trastornos sociales y pérdidas económicas.

La gripe aviar asomo de la pandemia: Los primeros casos documentados de infección humana por el virus de la gripe aviar H5N1 se produjeron en 1997 en Hong Kong; en esa ocasión, el virus provocó graves trastornos respiratorios en 18 personas, de las cuales seis fallecieron. La rápida destrucción, a lo largo de tres días, de toda la población de aves de corral de Hong Kong, estimada en torno a 1,5 millones de animales, redujo las oportunidades de transmisión al ser humano y posiblemente sirviera para evitar una pandemia. Sin embargo, los brotes más recientes de gripe aviar en aves comenzaron a finales de 2003. Entre diciembre de 2003 y octubre de 2005, se detectaron más de 100 casos humanos de gripe aviar y más de 60 muertes, provocados por la cepa H5N1, en Camboya, China, Indonesia, Tailandia y Viet Nam.

30 de abril de 2009

La demagogia de las CTS y gratificaciones

Los fondos que sirven como seguro contra el desempleo, denominado Compensación por Tiempo de Servicio - CTS, ahora estarán a disposición del trabajador para mejorar el consumo interno, por dictamen del Congreso de la República, que ayer aprobó la norma como parte de un plan de estímulo económico frente a la crisis financiera internacional. El gobierno asegura que estos fondos inyectarán un total de 2 mil 315 millones de soles a la economía peruana.

La norma que dividió incluso a apristas, también obliga a las empresas a exonerar el descuento por aguinaldos y gratificaciones por concepto de seguro social estatal (equivalente a un 9,0 por ciento de las gratificaciones); entre los años 2009 y 2010, el trabajador recibirá 22% más en sus gratificaciones de julio y diciembre.

La medida propiciada por Alan García y sus aliados es irresponsable porque afecta a los ahorros del trabajador sin contemplar las futuras consecuencias, es decir, los empleados en el corto plazo, tendrán mayor economía a disposición pero no ostentarán de fondos para afrontar un posible despedido que se hace más latente precisamente por la crisis económica. Además colisiona con el espíritu de la LEY DE COMPENSACIÓN POR TIEMPO DE SERVICIOS: “La compensación por tiempo de servicios tiene la calidad de beneficio social de previsión de las contingencias que origina el cese en el trabajo y de promoción del trabajador y su familia”.

Es probable que el Estado tenga un impacto positivo en la recaudación fiscal (185 millones de soles al año), producto de la liberación de las CTS y las gratificaciones; pero se despoja al trabajador de sus ahorros, incentivando al despilfarro y creando falsas expectativas en el núcleo básico de la economía. Esta medida no es responsable.
Considerando, las posiciones de los ministros de Economía, Luis Carranza y de Trabajo y Promoción del Empleo, Jorge Villasante, quienes advierten que el beneficio del incremento del consumo interno sólo asciende 0.4%, y atenta contra al ahorro previsional de las personas y de la descapitalización a EsSsalud, ¿porqué los apristas se aferraron a la idea de la liberar el 100% de la CTS?. Al parecer, García pretende transformar el estancamiento de mercaderías de sus amigos afiliados a la CONFIEP y la intima collera que no sabe como mover su capital, incluyendo a los chilenos.

La otra posición cuestionable es la expresada por la Confederación General de Trabajadores del Perú, que propone en vez de liberar al 100% la CTS, un aumento en la Remuneración Mínima Vital (RMV), esto es inviable, más aún cuando las empresas afrontan la crisis económica mundial con escasa protección propiciada por parte del gobierno.

Con todos estos altibajos, cada vez se demuestra que las medidas que propicia el gobierno no son las más atinadas y el discurso de García Pérez pasa de optimista a irresponsable. Al iniciar el año preveía que el crecimiento económico iba alcanzar el 6%; ahora el Fondo Monetario Internacional apenas prevé un desempeño de 3.5%. Con este registro, se puede avizorar que el crecimiento de los siguientes años será por debajo del 2009, es decir, cuando la crisis se agudice los desempleados no podrán acudir ni a su CTS. Esta la falsa expectativa.

PD. Acaba de reconocer el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que la pobreza extrema en 2009 atrapará a 55 y 90 millones de personas y se pronostica que la cifras de personas con hambre crónica aumente a más de mil millones este año.

25 de abril de 2009

Diario Correo, ¡qué nivel!

Con la abierta discriminación que sufrió la congresista quechua Hilaria Supa, Correo se ha graduado como el medio de comunicación excluyente, intolerante y disociador del Perú, los anteriores insultos fueron perpetrados por Andrés Bedoya Ugarteche, ahora son del mismo director Aldo Mariategui; no queda duda que estas actitudes encarnan el verdadero sentir del diario Correo que se erige como lo adverso a la defensa de la dignidad humana.


La mujer de trenzas negras, sombrero cusqueño, chaqueta de bayeta, ataviada de los colores de la naturaleza como miles de pobladores andinos, Hilaria Supa, ha sufrido la humillación más comentada por su condición de quechuahablante, al ser expuestas sus faltas ortográficas en un medio de comunicación.

“Se trataba de Hilaria Supa, parlamentaria del Partido Nacionalista Peruano elegida por la región Cusco, y a decir de lo que descubrió una reveladora foto de Correo, sus limitaciones en cuanto a ortografía y sintaxis dejan mucho que desear. Las tomas obtenidas del cuaderno de notas de la mujer de 49 años hablan por sí solas”, señala el texto del diario dirigido por Aldo Mariategui.

Para completar la actitud negativa, líneas más adelante, el Correo le recuerda su experiencia como empleada de hogar; además, el redactor acude a una frase también discriminatoria de autoría de Martha Hildebrandt: "Miren los modales de estas niñas quechuahablantes", señaló la lingüista tiempo atrás cuando debatían en el Congreso de la República el proyecto de Ley para declarar oficiales las lenguas aborígenes.

Para el diario Correo, la congresista Hilaria Supa al no tener educación básica, es una ciudadana de tercer nivel y como tal no está capacitada para ejercer funciones en el Congreso de la República. Esto es paradójico y doblemente discriminatorio. Desde la perspectiva de la clase a la cual representa el director de Correo, la educación excluyente es funcional, pero al mismo tiempo se queja de la ausencia de educación en Hilaria Supa, que presenta a los sectores olvidados. Aquí sólo cabe la intolerancia y el racismo latente en un gran sector de peruanos.

Sin embargo la posición intolerante del Correo hacia los congresistas no es nueva, en fecha 16 de marzo, Correo atacó: “las disforzadas Sumire y Supa, que juegan siempre a las víctimas”. El 21 de febrero del 2008, retrucó otra vez: “Sugiero un minuto de silencio por el tino de nuestros congresistas y dos minutos de silencio por las neuronas de la congresista Sumire, quien fue la autora de la genial y pertinente iniciativa (vaticino su respuesta: ‘racista’ o alguna sandez así. De eso vive políticamente, junto a su yunta la Supa)”.

El congresista Yonhy Lescano, también fue motivo de menosprecio: “en Congresos que encima eran infinitamente superiores a los actuales al ser integrados por unos señorones muchísimo más cultos y preparados (el destacado filósofo Javier Prado o jurisconsultos de nota como Mariano H. Cornejo, Francisco Tudela y Varela, Alberto Ulloa, Arturo Osores, J. Matías Manzanilla, entre otros) que los actuales tan penosos como Yonhy Lescano, Supa, Sumire, Sasieta, Cajahuanca, Miró Ruiz, Otárola, Mekler, Abugattás, etc. No existe el menor punto de comparación entre esos eruditos de antaño y estos iletrados que tenemos ahora”, reza su editorial del 4 de marzo de 2009.

DISCRIMINACION EN PUNO
Si las expresiones contra Hilaria Supa causaron indignación y motivaron pronunciamientos y cartas de solidaridad, de instituciones como el Instituto de Defensa Legal, CONACAMI PERU, la Mesa contra el Racismo, formada por Amnistía Internacional Perú, APRODEH y la Coordinadora Nacional de Derechos, y otros organismos; la opiniones contra los aymaras y quechua de Puno, son más denigrantes aún. En el altiplano, el columnista Andres Bedoya Ugarteche es el artífice de las más bajas pasiones, su lenguaje se escribe en Lima y se oye en Puno, al igual que Aldo Mariategui nunca pidió disculpas por su escritura discriminante, al contrario tiene la anuencia del medio para continuar con su lenguaje disociador.

Para recordar, el diario Correo, en fecha 8 de noviembre del 2008, insultó a Puno a través de su columnista Andrés Bedoya Ugarteche: "Tacnopunoqueguanos y otras peruanazas …¿quiénes coño han sido los subvertebrados que han actuado como la basura que son? Sí lo adivinaron: puneños arreados por la cabronería comunista en un noventinueve por ciento. Y que no se me diga racista: puneño es gentilicio y geográfico. Además, todos los hemos visto en la televisión, enarbolando, única y exclusivamente la ridícula bandera esa a cuadraditos multicolores representativa de los quechua-aymaras.

El 9 de agosto del 2007, el columnista Pedro Salinas, se expresó de la manera más baja de Juliaca: "Lampa es la antítesis de Juliaca, esa ciudad parida por el diablo, caótica e insufrible, cuna de contrabandistas, antónima de la estética, antesala del infierno, desde la que se yergue un huachafísmo monumento al carretillero, en la que a uno le asalta la sensación de Richard Kimble, donde lo primero que se piensa al entrar en ella es cómo escapar de ahí". Y lo mas grave fue esta comparación: "Grande, Lampa. En cambio Juliaca, una caca". El autor del artículo no se arrepiente de nada y lo volvió a ratificar en una edición de la revista Etiqueta Negra.

Tiempo atrás, el 10 de enero del 2005, el mismo diario a través de su columnista Andrés Bedoya Ugarteche, se expresó: "¿saben qué, indios de mierda? Ustedes no tienen complejo de inferioridad, ustedes SON inferiores. Y son inferiores porque son quechuas y aymaras". “La estúpida “nación aymara” está combatiendo a “los españoles” ¿Habrán querido decir “blancos”? Vaya usted a saber lo que puede producir un seudocerebro indígena. ¿Cuáles son los países más cagados de Sudamérica? Los tres que tienen indios, pues: Ecuador, Perú y Bolivia. ¿Qué tal, aymaras de mierda? ¿Les gustó mi racismo?”.

El Perú es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe, constituido por quechuas, aymaras, ashanikas, aguarunas, shipibos y otros habitantes; y el papel de los medios de comunicación no es el de disociador, los medios somos agentes encargados de vincular al ciudadano con las organizaciones y viceversa; la función crítica con el poder y la fiscalización con los elegidos es un rol aún más preponderante, pero de ninguna manera la burla y la discriminación con los lectores. Y lo que queda es desechar y cambiar a los medios que denigran y hacen apología a la violencia, promueven el morbo y callan convenidamente la corrupción estatal. Es hora de activar nuestra capacidad de indignación reemplazada hace años por la resignación. Basta de una lectura basura.

22 de abril de 2009

Radiografía a diario El Comercio

El periodista Ricardo Uceda describe histórica y detalladamente al diario más importante del Perú, El Comercio, algunas acciones constituyen una lección a seguir, mientras que otros despiertan antapatía y es preferible mantenerse alejado de estas prácticas; en fin constituye un documento importante para ver la dimensión empresarial y periodística de un grupo de poder. La publicación original se encuentra en www.poder360.com



Cómo CAE un director de El Comercio
Anatomía del poder en el grupo mediático más importante en el Perú. El diario se refamiliariza mientras se prepara para celebrar su 170º aniversario.



Por Ricardo Uceda



La felicidad en Perú 21. Solicitud de renuncia. ¿Por qué cayó? Las razones de la familia. No nos gusta tu foto. Cargarse a un director.


El 7 de noviembre de 2006, en Buenos Aires, el director del diario Perú 21, Augusto Álvarez Rodrich, disertó en una mesa de periodistas que analizaba la relación entre los dueños de medios y sus redacciones. Los ponentes trabajaban en compañías concentradas y poderosas, dominantes de sus mercados.

–Yo soy feliz en un grupo empresarial que tiene varios medios líderes –decía Álvarez Rodrich–. Nunca han interferido con mi independencia, y eso que la línea de Perú 21 no coincide necesariamente con la del diario El Comercio, el hermano mayor.

–¿Y cuántos años llevas de director? –le preguntó, a su costado, el mexicano Ignacio Rodríguez Reyna, quien hasta no hacía mucho había sido director editorial del diario El Universal.

–Cuatro años.

–Pues yo, precisamente hasta el cuarto año, era tan feliz como tú –dijo Rodríguez Reyna–. A continuación narró cómo el dueño de El Universal, Juan Francisco Ealy, quien nunca había intervenido en las decisiones editoriales, le pidió, como “favor personal”, que retirara una investigación sobre los vestidos que con el dinero estatal se compraba Martha Sahagún, la esposa de Vicente Fox. Doña Martha iba a ayudar al diario a obtener una licencia televisiva que le era sistemáticamente rechazada. (“En una situación así no quiero disgustarla, ¿comprende?”). El periodista cedió y se tiraron a la basura más de un millón de revistas dominicales ya impresas. Pero luego Ealy pidió un segundo “favor personal”. Al tercero, Rodríguez Reyna renunció.

Dos años después, el presidente del Directorio de El Comercio, José Antonio García Miró Miró Quesada, le pidió la renuncia al ya no tan feliz Álvarez Rodrich.

–Estamos en desacuerdo con tu línea editorial– añadió, amablemente.

De todos modos, el periodista culminó su mandato sin haber dejado, hasta el final, de ejercer su autonomía editorial. Pero se quedó sin saber cuál era la bala que lo había matado. Una podía ser la idea de algunos miembros del Directorio de que atacar a Alan García era sabotear el crecimiento económico. Otra, el haber liderado la denuncia de los “petroaudios” en abierta discordancia con la línea de El Comercio, cuyo nuevo director, Francisco Miró Quesada Rada, no quiso publicarlos. Otra, el hospedaje que daba Perú 21 a izquierdistas reciclados.

Descartó lo de los “petroaudios” –aunque parecía lo más evidente– porque el Directorio no destituyó a Laura Puertas, directora periodística de América TV –empresa de El Comercio–, que divulgó llamativamente el material. Más bien la ratificó, según un accionista. Aunque esta ratificación fue a instancias de Mirko Lauer, representante del diario La República –socio minoritario del canal–, contra Puertas no parecían existir las objeciones que en el Directorio de El Comercio había contra él.



Además, sus problemas eran previos a la crisis de los “petroaudios”. Antes de su estallido, en una primera conversación, José Antonio García Miró le había comentado a Álvarez Rodrich lo que molestaba a la familia de Perú 21: la apología de la Comisión de la Verdad, los columnistas caviares, los ataques a Cipriani y Giampietri, y una hostilización a Alan García que, en el fondo, favorecía a las corrientes “antisistema”. El presidente del Directorio no le pidió nada específicamente.

De modo que no era un tema, sino varios. Incluso algunos subjetivos, como le previno otro accionista con quien se entrevistó durante sus últimos días (“Les disgusta tu foto con los brazos cruzados en tu columna, como diciendo: Yo hago lo que me da la gana desde el periódico de ustedes, ¿y qué?”).

Con todas estas posibles causas, faltaba un detonante. ¿Fue el factor García? Para un testigo de los hechos principales:

–No, no fue por el Presidente. Aunque García o amigos de García hayan cargoseado, ese Directorio realmente no actúa por presiones políticas. En el fondo, la correlación mayoritaria en la empresa deseaba ejercer su poder. Ya habían cambiado al director de El Comercio, y querían cargarse a alguien más. Álvarez Rodrich no les gustaba. “¿Nos lo cargamos? Ya, nos lo cargamos”, se dijeron.

El 22 de noviembre, el reenganchado editor de Opinión de El Comercio, Hugo Guerra, dio por sentado en una columna que el acuerdo de destituir a Álvarez Rodrich había sido adoptado por unanimidad. En realidad, no hubo unanimidad. Tampoco hubo acuerdo de Directorio para remover a Álvarez Rodrich. Simplemente, el representante de la mayoría le comunicó que no lo querían.

Buscando un director. Comité en funciones. Sorpresa en el Directorio. Propuesta de codirección. Renuncia irrevocable.

Un mes atrás, el procedimiento fue distinto con el entonces director de El Comercio, Alejandro Miró Quesada Cisneros, Alejo. En el cargo desde 1999, iba a jubilarse en septiembre del 2009, cuando cumpliera 65 años, el límite de edad para que un directivo accionista trabaje en el diario. El Directorio había establecido un sistema para elegir a su sucesor. Un comité especial estaba en
funciones, con la misión de proponer criterios y candidatos. Sus miembros se habían reunido con Alejo, y hablaron con él respecto de las cualidades del elegido.

El director dijo que ante todo debería tener capacidad para ejercer su cargo con independencia.

Aunque en la reunión no se mencionaron nombres, varios conocían la opinión de Alejo de que el nuevo director no necesariamente debería pertenecer a la familia. Por otra parte, hasta que sobrevino el golpe de timón, parecía improbable que el nombre de Francisco Miró Quesada Rada reuniera consenso. Hasta entonces, claro, el Directorio había actuado con la lógica de que los diversos sectores familiares en pugna eligieran un director aceptado por todos. Por eso el comité estaba integrado por dos de los Miró Quesada Garland, y dos de los García Miró y sus aliados.

Pero en algún momento del año esta lógica cambió, y el sector de los García Miró, mayoritario en el Directorio desde el 2002, decidió que ya era hora de que los Miró Quesada Garland tuvieran un contrapeso en la dirección del periódico. O que, sencillamente, salieran de la Dirección.

¿Por qué no esperaron un año más? Una explicación posible es que la prolongación de discusiones sobre el sucesor bajo la sombrilla del consenso iba a llevar necesariamente a nombrar un director extraño a la familia, a falta de candidatos plenamente aceptados dentro de esta. Esta posibilidad es indeseable para la nueva mayoría, que prefiere a la familia en el control.

El hecho es que, iniciada la sesión de Directorio del 26 de septiembre, el presidente, José Antonio García Miró, dijo que una mayoría de accionistas consideraba conveniente que el diario tuviera dos directores, lo que sometía a consideración de los presentes para adoptarlo como acuerdo.

El primer sorprendido, el director en funciones, dijo que no aceptaba el planteamiento, y que, en consecuencia, renunciaba. Una de sus razones era que la medida implicaba una reprobación al director, al proponerse a otra persona que complementara su función. Añadió que el sistema de codirección ya no era viable en las actuales condiciones del periódico.

Este último argumento recibió objeciones en la discusión que siguió. ¿Acaso no fue funcional y hasta ejemplar la codirección de Alejandro y Aurelio Miró Quesada, en la década de los noventa?

Es una buena pregunta. Para considerarla habría que dar un salto hacia atrás en la historia.

Primera generación. Historia de codirecciones. El factor Garland. Alejandro y Aurelio. 135 accionistas. La muerte de Aurelio.

El raudal de accionistas de El Comercio comenzó con los seis hijos que José Antonio Miró Quesada (1845-1930) tuvo con Matilde de la Guerra. Era el único director y propietario desde 1898. En 1905 hizo director a su hijo mayor, Antonio, quien junto con su esposa murió asesinado por un joven aprista en 1935. Antonio fue sucedido por sus hermanos Aurelio y Luis. Así comenzó la costumbre de la familia de que dos personas asumieran el mando periodístico.

Los hijos de Aurelio y Luis, Aurelio Miró Quesada Sosa y Alejandro Miró Quesada Garland, también serían codirectores. Fueron nombrados en 1962, luego de un período en el que Luis Miró Quesada de la Guerra dirigió solo tras la muerte de su hermano, en 1950. Luis –más que periodista, un dirigente nacional– pasó a ser director general con ellos como subdirectores hasta la expropiación del diario por los militares, en 1974. En 1980, cuando fue devuelto, Luis ya había muerto, y Alejandro y Aurelio lo sucedieron. Un ejemplo de codirección que se quiso retomar en septiembre del 2008.

En el ejercicio de su codirección, Alejandro y Aurelio tenían y ejercían idéntico poder en el diario, aunque era Alejandro –por su personalidad y vida social más abiertas–, el que aparecía en los primeros lugares de las encuestas sobre los poderosos del país. Para dirigir se turnaban cada semana, y es seguro que no opinaban igual sobre los asuntos editoriales. Alguien que despachaba con ellos todos los días dijo:

–Me daba cuenta cuando a uno le disgustaba lo que había hecho el otro. Pero jamás lo decían.

Desde otro punto de vista, Aurelio y Alejandro representaban un porcentaje de accionistas que, con alianzas menores, tenía mayoría en el accionariado. En esas circunstancias, algo tan alambicado como compartir la dirección de un diario puede resultar explicable. Si bien los directores eran personalidades con cualidades propias –en una familia donde pocos podían competir para ese puesto–, el hecho de que representaran a la vez a grupos familiares les daba una indiscutible estabilidad.

Los cuatro Miró Quesada de la Guerra hijos del primer José Antonio que en algún momento fueron directores del periódico (Antonio, Luis, Aurelio y Óscar, este último director general entre 1980 y su muerte en 1981) tenían, cada cual, una sexta parte de los títulos, lo mismo que sus otros hermanos Josefa y Miguel. Pero los descendientes de Luis, casado con Elvira Garland, terminaron en poder de las acciones de su tío Miguel, quien no tuvo hijos. La esposa de Miguel, otra Garland, era hermana de Elvira, y cuando enviudó cedió su parte a los sobrinos más cercanos. De esta manera los Miró Quesada Garland, con un 32 por ciento a cuestas, se convirtieron en el grupo principal.

Esta proporción es harto significativa en una empresa con 135 accionistas, de los cuales solo tres tienen entre cinco y diez por ciento y 96 no llegan al uno por ciento. Pero un 32 por ciento no basta para mantener el control. Esto lo comprobó agriamente el grupo Miró Quesada Garland poco tiempo después de que fuera nombrado director uno de los suyos: Alejo, el hijo mayor de Alejandro. El vacío lo había creado la muerte de Aurelio en 1998 y el inminente retiro de Alejandro.

Alejo. La información y el negocio. Un amigo investigado. El caso Bavaria. Accionistas en la redacción. El tema de fondo.

Alejandro Miró Quesada Cisneros ingresó al diario como redactor deportivo a los 21 años, y desde entonces recorrió distintas posiciones hasta su nombramiento como subdirector en 1994. Tenía un conocimiento exhaustivo del periódico, desde sus instancias reporteriles hasta las corporativas, lo que le permitía penetrar en las minucias informativas sin perder de vista que todo aquello no dejaba de ser, a fin de cuentas, un negocio.

Pasó buena parte de su tiempo escribiendo códigos para fortalecer la independencia de El Comercio. Él mismo los cumplía en situaciones difíciles. En una ocasión, ante una invitación presidencial, se negó a conversar con Alan García en Palacio. De acuerdo con los Principios Rectores del diario, podía hacerlo en un lugar neutral, con presencia de editores. Le mostró estas normas al Presidente cuando, tiempo después, le hizo una visita gremial.

–Muy astuto –dijo García–.

En otra ocasión, siendo Alejo subdirector, los periodistas de la Unidad de Investigación le pidieron una cita para decirle que tenían indicios de corrupción –que luego se revelaron equívocos– de un íntimo amigo suyo. Se quedó estupefacto, pues le era realmente muy cercano y no dudaba de su probidad.

–Yo no puedo despachar con ustedes sobre esto –dijo–. Tengo un conflicto de interés. Resuelvan todo con mi primo Paco –el otro subdirector–, y publiquen lo que haya que publicar. A mí no me digan nada.

No obstante, informar bien al público puede implicar, eventualmente, perjudicar los intereses empresariales. ¿Cómo darle esta información y a la vez rendir dividendos? Esta es la contradicción insalvable en las empresas periodísticas, que se resuelve en la mayoría de los casos sacrificando la información conflictiva.

En El Comercio, desde la época de Luis Miró Quesada, se hizo tradicional la autonomía del director respecto de los accionistas.

Por cierto, uno puede encontrar que un director con autonomía puede ser hasta mediocre y deshonesto, y también que no basta con su autonomía para que un diario sea leal a sus lectores –los medios con ombudsman son institucionalmente superiores–, pero no hay duda de que la primera condición de la independencia es que los accionistas no se metan en las decisiones editoriales.

La intervención de los accionistas en la redacción se redujo a cero durante el período de Alejo Miró Quesada. Desde luego, ellos podían tratar con el director, pero un periodista sabía que podía investigar un hecho que supuestamente contrariara los intereses de un miembro del Directorio. Incluso un periodista podía quejarse de la intromisión de un propietario, pues había una norma interna que lo impedía. El jefe de Redacción, Eduardo Carbajal, habría causado el despido en 1998 de la accionista y editora de la página de medio ambiente, Martha Meier Miró Quesada –ahora miembro de tres comités editoriales del grupo–, al quejarse ante los directores de que era presionado mediante correos electrónicos que consideró impropios. En la versión de Meier, quien poco después fue elegida al Directorio, nunca hubo un problema editorial con Carbajal.

Pero el propio Alejo fue enfrentado a sus criterios cuando algunos miembros de la redacción objetaron que el asesor principal en Economía y editor los fines de semana, Fritz Du Bois, fuera, a la vez, director en algunas importantes empresas. Du Bois gozaba de la confianza del director, al punto que en el Directorio había quienes creían que deseaba promoverlo como su sucesor. Según Miró Quesada, el hecho de que fuera asesor principal sin estar en planilla no contrariaba los principios establecidos, salvo que se mudara al diario con camas y petacas. Actualmente el economista ejerce la dirección de Perú 21 a dedicación exclusiva.

Otra incoherencia: años atrás, el diario no informó plenamente lo que ocurrió con operaciones irregulares con el dólar MUC por parte de algunos directores en la década de 1980, tema que se hizo público en las postrimerías del gobierno de Fujimori. Cuando esto trascendió, Alejo –quien estuvo al margen y desconocía las operaciones cuestionadas– era subdirector, y se planteaba el problema de cómo informar al respecto. Era un asunto difícil para cualquier medio. Por entonces, un editor le recordó que Los Angeles Times, ante una acusación que lo vinculaba con negocios irregulares, contrató a un periodista independiente para que investigara sin ataduras el caso y publicó la información –incriminatoria– en primera página. Alejo contestó con un movimiento de cabeza.

–Estamos cambiando, pero creo que nos faltan muchos años para tomar una decisión así.

Lo dijo con sinceridad, pues en su mente, donde trata de conciliar enfoques aparentemente irreconciliables, cabe la posibilidad de que un diario pueda informar con independencia al lector acerca de sus presuntas malas prácticas.

Aun así, no se le escapaba la idea de cómo los accionistas podían salvar su propiedad en una situación peligrosa. En un seminario de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reunido en Paraguay en marzo pasado, Miró Quesada dijo que si un director siente que una información puede afectar el patrimonio de la empresa, debe anunciarle su publicación al presidente del Directorio.

–De este modo –añadió– el presidente tiene tiempo de tomar medidas para proteger a la empresa. Y también puede despedir al director antes de la publicación.

Miró Quesada aplicó este criterio en un caso extremo: la acusación a la cervecera Bavaria de haber sobornado a un asesor de Alejandro Toledo. Esta denuncia, que terminó siendo impugnada judicialmente por un yerro menor, tenía enormes implicancias patrimoniales, pues la poderosa empresa de Julio Mario Santo Domingo era nada menos que socia de El Comercio en Canal 4, e iba a reaccionar –como lo hizo– tanto en el terreno contencioso como en el societario. Naturalmente, la parte empresarial de El Comercio estuvo al margen de esta investigación, pero Miró Quesada informó, antes de su publicación, al presidente del Directorio.

Todo esto ocurría mientras el estilo del periódico seguía prudente y conservador. El que el director ejerciera su autonomía no significaba otra cosa que precisamente lo dirigiera como quería: por momentos de centroderecha, por momentos de centroizquierda, derechista –según percepción generalizada– respecto de las condiciones de tratamiento al capital. Fue Alejo Miró Quesada, en ejercicio de su autonomía, el que decidió la línea editorial sobre economía y negocios que ahora, como se verá más adelante, está siendo objetada por el nuevo director, su primo Francisco.

Sin embargo, no fueron asuntos de línea editorial los que determinaron su salida. Como Álvarez Rodrich en Perú 21, Miró Quesada gobernó en El Comercio sin interferencias de los propietarios hasta su último minuto. Muy pocas veces el Directorio tocó asuntos editoriales y más bien apoyó sus decisiones.

El problema con él era otro. Consistía en su proyecto de desfamiliarizar completamente la conducción del diario, como paso necesario hacia su mayor modernización. En este punto, la mayoría de sus primos y sus tíos y sus tías decidieron que no habría ninguna concesión más.

El Grupo 21. Accionistas despedidos. La mayoría pasa a ser minoría. Encuesta alarmante. El grupo crece. Los subdirectores renuncian.

En las postrimerías de la década de Fujimori se organizó en el diario un sindicato de accionistas que, teniendo como centro al grupo Miró Quesada Garland, decidió producir una serie de cambios dirigidos a modernizar y expandir el grupo empresarial. El denominado Grupo 21 gobernó bajo la presidencia de Luis Miró Quesada Valega, teniendo como aliados a los familiares directos de Aurelio y otros accionistas, que en total hacían 53 por ciento. Aurelio murió en 1998; un año después, Alejo Miró Quesada fue nombrado director. En el 2000, una investigación sobre el millón de firmas falsas que presentó Fujimori para inscribirse como candidato, sumada a la demostración de que el principal empresario aerocomercial peruano era narcotraficante, mostraron un agresivo perfil periodístico del diario por entonces. Pero otras evidencias demostraban que el público no se identificaba plenamente con el producto que se estaba ofreciendo.




La primera alerta se conoció cuando aún codirigían Alejandro y Aurelio. A la gente se le preguntó cómo describiría a El Comercio si fuera una persona, y fue representado como un hombre de 80 años, con bastón y sombrero de copa, al que uno nunca invitaría a su casa. Esto produjo un rediseño, pero siguieron apareciendo signos preocupantes, mientras en el país se producían los primeros cambios políticos posteriores al fujimorismo. El diario Correo, por ejemplo, había elevado notablemente su tiraje y empezaba a llevarse anunciantes de El Comercio. Esto convenció al Directorio de que era necesario fundar un tabloide de inmediato, y así nació Perú 21, que a la postre neutralizó a su competencia.

Lo más amenazante, sin embargo, provino de un estudio de mercado que dibujó, sin asomo de duda, el tipo de periódico que los peruanos querían. Nada parecido a El Comercio. El diario del futuro era tabloide, insolente, de oposición, de un costo menor de un dólar. El Comercio nunca llegaría a serlo, pero tenía que trabajar mucho para acortar las distancias. Se imponían cambios periodísticos y empresariales. El director anunció que el periódico iba a tener más garra y agresividad. Alejandro Toledo pagó los platos rotos.

El cambio institucional de mayor trascendencia por entonces fue la decisión de reducir el número de trabajadores accionistas. El Directorio aprobó un procedimiento que todos se comprometieron a respetar, y así ocurrió, para bien y para mal. Decenas de miembros de la familia abandonaron el periódico, sea porque renunciaron voluntariamente o porque figuraban en listas elaboradas por el director y el gerente general. Hubo algunos portazos de despedida e insultos altisonantes. Dos miembros del Directorio estaban entre los destituidos, lo mismo que familiares directos de los principales grupos.

Resultado: el diario se modernizó, pero el director dejó de tener una mayoría que lo respaldara en el Directorio. Le faltaba un voto clave: el de los familiares de Aurelio Miró Quesada. Entre los accionistas se formó otro sindicato, bajo el liderazgo del apicultor Pablo Llona, que demoraría varios años en cohesionarse y decidir una dirección alternativa.

El grupo en pugna con los Miró Quesada Garland es una alianza entre los García Miró –vertiente de Josefa Miró Quesada de la Guerra y Pedro García Irigoyen–, y los descendientes de Óscar y Aurelio. Unos consideran que los Miró Quesada Garland se han aprovechado del periódico, otros sienten que fueron tratados injustamente, y todos tienen un común denominador: el director no debe ser extraño a la familia.

Aunque con Perú 21, Trome, Canal 4, y otros negocios y publicaciones, el grupo empresarial se adueñó de más de 50 por ciento de las ventas y la publicidad del mercado (73 por ciento de la publicidad en la prensa), los ingresos por circulación de El Comercio cayeron 7 por ciento en el 2003. Una opción de reducir el tamaño del periódico –costaba unos 30 millones de dólares– no fue aprobada. El director empezó a ser jaqueado en el Directorio. ¿Para esto se había sacado a la familia?

Pese a que transcurría el período durante el cual el grupo caminaba hacia ganancias nunca antes vistas, la mayoría veía formas de deshacerse del director, aunque fuera de a pocos. A comienzos del 2004 hubo una concertación, no muy clara en sus términos, para buscar a un periodista que trabajara con él en la dirección. Un segundo, que después, tal vez, pudiera ser el primero. Este nuevo directivo estaría por encima de los subdirectores en funciones, Eduardo Carbajal y Hugo Guerra. En la práctica, estos pasaban a un tercer nivel.

Miró Quesada invitó a desayunar a ambos en el hotel Country, a pocas cuadras de su casa, y les explicó la nueva situación.

Como jefe de Redacción y editor de Opinión, respectivamente, Carbajal y Guerra habían trabajado juntos muchos años, desde cuando codirigían Aurelio y Alejandro Miró Quesada. Luego, a órdenes de Alejo, habían conducido sus departamentos sin pizca de intromisión de uno en el terreno del otro y dedicándose una relación fría y distante, solo enternecida por un beso fraterno –digno de Vrubel– que súbitamente Guerra dio a Carbajal en una reunión social.

Durante el desayuno con Miró Quesada, sin coordinación previa y casi al unísono, ambos anunciaron su intención de renunciar. La hicieron efectiva meses después, pero nunca se concretó el nombramiento del famoso director adjunto. De una relación de cinco destacados periodistas, todos extraños a la familia, el finalista, Augusto Álvarez Rodrich, no aceptó.

El director de Perú 21 conversó con Alejo, y quiso saber cuáles serían sus potestades.

–¿Voy a ser realmente director del periódico, con mi nombre en la portada? –preguntó–.

–No –dijo Miró Quesada–. El director general sería yo. Finalmente, Álvarez Rodrich prefirió seguir siendo director de Perú 21, y se abrió un período de cuenta regresiva para Alejo Miró Quesada.

Muerto en su ley. El anuncio. Bernardo se salva. Lluvia de comités. Sin competidor a la vista.

En la reunión de Directorio, la tarde del 25 de septiembre de 2008, algunos parecían estupefactos. ¿Por qué Alejo no aceptaba la codirección? José Antonio García Miró había dicho incluso, al anunciar la decisión, que él podía seguir siendo director después de jubilarse, para lo cual debía revertirse una limitante decisión anterior. La codirección había existido sido siempre. ¿Cuál era el problema?

Para quedarse, el aún director debía consentir la modificación de un acuerdo que él mismo había impulsado, que despachaba a su casa a los familiares directivos de más de 65 años. Debía renunciar a su argumento de que el director debía ser el mejor, independientemente de que fuera de la familia. Esto o morir en su ley, renunciando.

Además, debía pasar por alto el hecho de que lo conminaban sorpresivamente, sin esperar a su jubilación. Lo añadió como una razón de principio para su negativa:

–El director de El Comercio no puede aceptar un maltrato así, aunque provenga de su propio Directorio –dijo–.

Al día siguiente, el director llevó al diario su carta de renuncia. Con el presidente del Directorio quedó en hacer él mismo –como correspondía, pues no era una renuncia indecorosa– el anuncio a la redacción. Pero no pudo. Esa misma noche, los editores se enteraron por accionistas de la mayoría que su jefe había renunciado.

Durante octubre, sendos comités editoriales, integrados por multitud de accionistas, fueron instalados, como collares alrededor de los directores periodísticos, en El Comercio y Perú 21. El ex subdirector, Hugo Guerra, volvió para ser literalmente la mano derecha del estadista Francisco, con el poderoso título de Editor de Opinión Adjunto a la Dirección. Al comienzo el ambiente estuvo tenso, pero con el tiempo se relajó. Los accionistas sugieren temas amablemente y no interfieren con los directores. En Canal 4, donde el número es más razonable –son tres, contando a un representante de La República– también se respira un clima constructivo. Propicio, se diría, hacia la celebración del 170º aniversario del periódico, en mayo próximo.

Sea por este clima o por escrúpulos, la guillotina no bajó sobre la cabeza de Bernardo Roca Rey, el exitoso director de las nuevas publicaciones y medios del grupo durante los últimos años, y quien junto con Hernando de Soto es artífice de la venida de George Soros como orador principal en el aniversario. La mayoría había decidido despedirlo, pese a que también le falta poco para la jubilación, como parte del ajuste de cuentas con los Miró Quesada Garland. Pero al momento de la votación se atascaron dos votos, uno precisamente del presidente del Directorio.

–¿Sabes por qué importan estos líos de familia? –dijo un ex directivo empresarial del diario–. Porque no tienen competencia. Aquí no ha pasado lo que en Argentina, donde Clarín le paró los pies a La Nación y lo bajó de su pedestal. Ya no existe La Prensa, y La República y Correo no están en condiciones de invertir ¿Crees que si los Miró Quesada estuvieran sufriendo por un competidor se darían el lujo de llenar con familiares los comités de redacción?

Antes y después. FMQ se pronuncia. Objeción a Du Bois. ¿Cambiará? Recuerdos de un diálogo.

No existen diferencias sustantivas entre El Comercio previo y posterior al cambio. Aunque sea evidente que en algunos temas específicos –los “petroaudios”, los transgénicos– el tratamiento del director renunciante habría sido distinto, no se percibe a un buque virando en altamar. Las expectativas se centran en el aspecto donde habría discrepancias de fondo entre Francisco Miró Quesada y la línea anterior: las condiciones para la inversión privada. FMQ se ha definido como un “liberal social”, un convencido de que la función del Estado es proteger al ser humano, no al mercado.

En una reciente entrevista concedida a Abelardo Sánchez León en Quehacer, Miró Quesada expresó su desacuerdo con el nombramiento de Fritz Du Bois como director de Perú 21, ante una pregunta sobre la “postura neoliberal” del influyente asesor en economía y negocios de El Comercio hasta el año pasado. Respondió afirmativamente cuando le preguntaron si en Perú 21 había una derechización. Por otra parte, en varias reuniones con sus periodistas –una de ellas cuando convocó a la redacción, al asumir– Francisco Miró Quesada ha dicho que bajo su gestión el diario iba a dejar de estar influido por intereses económicos. “No estoy en contra de los empresarios –dijo–; estoy en contra de grupos de poder”.

A partir de esto uno podría preguntarse hasta qué punto El Comercio podría distanciarse de los planteamientos de la élite empresarial peruana. Si queremos profundizar en el pensamiento de FMQ, ahora ya en términos de mercado, en la misma entrevista hay una pregunta sobre “la élite que lee El Comercio”. El director respondió que, de su orientación hacia los sectores A y B, el diario debería abrirse hacia la nueva clase media, la emergente de Los Olivos, Villa María del Triunfo y San Juan de Lurigancho. El cambio podría ser radical si el diario fuese llevado más allá de los sectores A y B.

Viene a cuento, tal vez, lo que le dijo un representante de los accionistas de la nueva mayoría a Augusto Álvarez Rodrich en los días posteriores a la difusión de los “petroaudios” y previos a su destitución. Álvarez Rodrich quiso saber por qué en el Directorio se molestaban por los ex izquierdistas que escribían en Perú 21, si el nuevo director de El Comercio estaba tanto o más a la izquierda que ellos.

–Claro, claro, eso lo sabemos todos –dijo el interlocutor–. Pero él va a estar controlado. El problema es cuando alguien está fuera de control.


Ilustracion: Marcelo Perez Dalannays

14 de abril de 2009

Correo, CPI y la encuesta naranja

Nuestro país, heredero de la riqueza milenaria como el Machupicchu o el lago Titicaca que maravillan el mundo, también es primogénita de la peor clase política y un empresariado hampón a la medida de caudillos “salvadores”, cuya mayor práctica de valores se resume en la deslealtad y la corrupción. Haciendo gala de su existencia, uno de estos conspicuos representantes, la Compañía de Estudios de Mercado y Opinión pública (CPI) presentó su última manufactura, una encuesta naranja, color que excita el entusiasmo de los seguidores de Alberto Fujimori.

Según la encuesta fabricada en menos de 24 horas, el 59,4% de la población de Lima y Callao está en desacuerdo con el fallo de la Sala Penal Especial que condenó a 25 años de prisión al ex presidente Alberto Fujimori; y como sí el mismo peruano-nipón hablara, el 52,0% opina que el Estado peruano debe perdonar e indultarlo a quien ordenó la masacre de la universidad La Cantuta, premió a los que victimaron en Barrios Altos, y sonrió complacido cuando Gustavo Gorriti y Samuel Dyer fueron secuestrados.

Las cifras de CPI son un extravío en la lógica de cualquier ciudadano, y para demostrar tal maniobra no es necesario acudir a explicaciones científicas, basta con el raciocinio más básico. La grosera manipulación fue publicada por Correo el miércoles 8 de abril, para tal caso la encuesta debió ser ejecutada y procesada en menos 7 horas. Recordemos que la lectura de sentencia terminó un poco más del medio día; es decir, los encuestadores de CPI hicieron el trabajo de campo en horas de la tarde cuando un gran sector de peruanos recién masticaba la sentencia. Algo más, según estándares de investigaciones de este tipo, normalmente la encuesta se realiza con un método estadístico polietápico (los encuestadores debieron conseguir porcentajes de grupos género, edad y nivel socioeconómico). Es muy difícil cumplir las exigencias mínimas de una encuesta sería en tan poco horas. Es diferente en las encuestas a boca de urna, donde la totalidad de los encuestados están centrados en el tema motivo del estudio.

El accionar de CPI en estos avatares no es nuevo, al contrario, va camino a la perpetuidad del cinismo, característica esencial de quienes toman el poder con la sed del dipsómano. En el 2000, cuando el aparato logístico financiaba todo, incluido encuestas y medios de comunicación, CPI juntamente con la encuestadora DATUM, elogiaron con cifras en mano la reelección del ex presidente Fujimori. Tampoco es nuevo que Correo sirva de altoparlante a quienes accionan con pergaminos apócrifos; en esta parte del altiplano, sus elogios a quienes ensanchan la ignorancia nos suenan tan familiares.

Pero la aversión a CPI no sólo en el orden político, también es el sector empresarial; los directivos de medios de comunicación del Perú al recibir las cifras manipuladas sobre la audiencia radial y lectoría de diarios, cada vez muestran menor tolerancia; en el 2008, la maniobra fue tan evidente que eliminó de su lista de estudio, a Pachamama, la segunda radio más importante de la región. En el caso de audiencias, CPI ostenta una especie de monopolio con el auspicio de medios de comunicación nacional, porque sus resultados son agua bendita al momento de distribuirse la torta publicitaria. ¿Es posible movilizar la indignación, reemplazada hace mucho tiempo en el Perú por la resignación?

Publicado en www.losandes.com.pe

De vuelta al Blog

Luego de reverenciar prolongadamente la pereza y tocar hondo la ausencia del afecto o la pifia virtual, regreso al blog. Si antes, la motivación de este bloguero fue la apresurada inclusión a la era digital, ahora otras son las razones que obligan mi vuelta. Hace 10 años, el infinito me regaló una Flor y juntos plantamos un árbol, los retoños se ensancharon y buscan razones para quedarse conmigo y yo debo inventar excusas. Y este es un buen espacio. Entonces la tarea será crear motivos para la coexistencia, compartir juicios, aprender intuiciones, navegar por las prudencias y sobre todo leer sus comentarios.

A propósito, agradezco al ANONIMO que alagó mi ego en esta extendida ausencia: “Señor ciudadano del lago, que pasó. usted acasoi se ahogó y ya está debajo de las aguas??? porqué ya no escribe?? no es bueno perder la costumbre de escribir y aún más en este blog. es una falta de respeto a sus lectores. plop.”

Y aquí estamos… de vuelta.