Juguemos con nuestra inconciencia

Recientemente en la ciudad de Lima se ha presentado el Informe sobre Desarrollo Humano 2007/2008, cuyo título para el presente año es “La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido”. Por concepto se conoce que el Índice de Desarrollo Humano (IDH), es la medición de los logros promedio de un país en tres dimensiones básicas de la vida humana: vida longeva y saludable (esperanza de vida), conocimientos (analfabetismo y matrículas en los distintos grados de educación) y niveles de vida dignos (ingreso per cápita).

El Perú ocupa el puesto 87, en el ranking de IDH mundial, pero lo loable del presente año es que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha priorizado el tema ambiental, y esto es altamente positivo, porque el desarrollo ambiental es la base del desarrollo humano, sería imposible hablar de un manejo sostenible de nuestros recursos sin tocar el hombre y su desarrollo, peor aun cuando el hombre es el mayor destructor de la naturaleza.

Según el informe de IDH, el cambio climático ya está comenzando a afectar a comunidades más pobres y vulnerables del mundo. En los próximos decenios, se pronostica un aumento general de la temperatura en 3ºC, el calentamiento global generará el aumento de las sequías, inundaciones de las zonas costeras del mundo, dificultad en la navegación por el desprendimiento de hielo constante. La recomendación es asumir una política de mitigación emprendida por el gobierno central y los líderes nacionales, pero también podría ser de abajo hacia arriba, las políticas ambientales podrían ser emprendidas desde los gobiernos locales y regionales para hacer frente a la contaminación en nuestro país, incluso desde una organización más pequeña; y posteriormente consolidarlo a nivel del gobierno nacional.

Pero en nuestro país como en los más desarrollados, parece imposible frenar la contaminación y los malos hábitos del hombre, es harto conocido que nuestra mentalidad reacciona a corto plazo y no al largo, no nos interesa reflexionar sobre lo que pasará en el futuro, no nos interesas saber cómo nuestras acciones perjudicarán a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.

Para tener una idea del impacto futuro del calentamiento global y los desastres inminentes que se avecinan, dispongamos que la empresa de agua potable nos corte el servicio sin aviso alguno, a ver cómo afrontamos el día, porque los desastres no avisan; juguemos con nuestra inconciencia, probemos como sería nuestra existencia de un día sin alimentación alguna; provoquemos a nuestro ego, trasladémonos a lugares más alejados y probemos las bajas temperaturas o expongámonos al calor más de lo debido, al fin y la cabo solamente estaremos preparándonos para el futuro, porque eso lo que nos espera, un completo desequilibrio de la naturaleza y en respuesta la furia de la Pachamama.