De comunistas y comunismo

Raúl Castro (76) fue elegido ayer por el Parlamento de ese país como el nuevo presidente de Cuba tras la renuncia de su hermano Fidel Castro, mientras que en Rusia, país que heredó la ideología comunista a Cuba, por orden de su presidente Vladimir Putin, un ex comunista sufre las peores consecuencias por tener una idea antagónica al gobierno, su nombre es Mijáil Jodorkovski (45). Son dos historias adversas del comunismo.

Mientras Raúl Castro disfruta su primer día de poder absoluto en la cálida Cuba, el otrora comunista Mijáil Jodorkovski sufre una condena de 9 años en una prisión de Siberia helándose a 40 grados bajo cero; no llamaría la atención la historia del último, si no fuera porque hasta el 2003, año en que lo condenan, fue el hombre más rico de Rusia y el decimosexto en la lista de los que ostentaban mayores fortunas en el mundo.

Tal como lo describe Mario Vargas Llosa, en su artículo del diario El País, su historia es novelesca: mientras estudiaba Ingeniería, fue líder de juventudes comunistas, más adelante invirtió en una cafetería y luego en importación de computadoras. Tanta fue influencia y su inteligencia que en 1988 logró abrir un banco, en 1995 compró Yukos, por el valor de 350 millones de dólares, Yukos fue hasta antes que fuera perseguido por Vladimir Putin, la empresa petrolera más próspera de Rusia. ¿Pero cual fue el delito de Mijáil Jodorkovski?. La pretensión de incursionar en política oponiéndose a Putin. El 25 de octubre del 2003, meses antes de las elecciones, fue arrestado y acusado de fraude y de haber evadido mil millones de dólares en impuestos, el 31 de mayo de 2005, fue condenado a 9 años de prisión. Hay más aun, como para enterrarlo en la prisión, ahora es acusado de malversación y lavado de dinero, y por este delito podría ser condenado a 22 años más de prisión.

Tal como a veces sucede en el Perú de García, o como en Cuba de Castro o Rusia de Putin, si no comulgas con ellos, el Estado es privilegio de pocos y si eres opositor, la cárcel es una orden imperativa y mejor aun si te asesinan en el trayecto.