¿A quien reciclamos al hombre o a la basura?

La basura es al hombre, como lo es la madera al árbol, el primero es consecuencia del segundo. El mayor problema no es la basura sino el hombre, quien desde hace miles de años camina soberbio y encima de la “pachamama”. Lejos de conservar o preservar el hombre la contamina, la degrada; entonces la alteración del medio ambiente es inminente y los desastres naturales que nos enrostra el universo sólo son una advertencia de lo catastrófico que será el castigo posterior.

Varios autores definen que las culturas actuales se definen por lo que desechan y por cómo lo desechan. Si establecemos una ecuación entre el grado de civilización y la forma de eliminar la basura, estamos perdidos. La “perla del altiplano”, la tantas veces Juliaca, es la menos civilizada de nuestra región. Son 140 toneladas de basura diaria que no son recogidas adecuadamente, le sigue la ciudad lacustre con 80 toneladas y luego de Azángaro, Ayaviri, Ilave y otras provincias.

La sociedad simplista y superficial de hoy, nos sugiere comprar productos desechables y trasladarlos en “bolsa plástica”. Todo es plástico, en la bodega, en la farmacia, en el supermercado y hasta en nuestro centro el trabajo la utilidad del plástico se ha sobredimensionado a tal punto que constituye una amenaza la sobre vivencia de la tierra.

Gracias a la bolsa de plástico, un peligroso panorama viene extendiéndose en nuestra región, el altiplano puneño ya no es más el tranquilo y natural de antes, la plástica en sus diversas presentaciones y colores viene adhiriéndose al paisaje andino, basta ver el ingreso de Juliaca, las bahías del Titicaca cerca de Puno, Chucuito, Acora, Juli, Moho, para reflexionar y decidirnos a controlar la basura.

Pero entendemos que es inevitable producir basura, la única alternativa es el reciclaje, es decir, reutilicemos el plástico, el papel, el cartón, el vidrio, los metales y los alimentos.

Pero para empezar a reciclar la basura será necesario reciclar nuestros escasos conocimientos del manejo de la basura. Proyectar un plan de concienciación sobre el tratamiento de la basura en el hogar, la escuela y la ciudad, es una buena sugerencia. La tarea debe iniciar en casa con el liderazgo de los gobiernos locales, que por cierto ninguno de ellos ha implementado los rellenos sanitarios.

Nos queda una enorme tarea, reciclar nuestros conocimientos para empezar a reciclar la basura.