La lentitud, el desorden y la insolencia es cada vez más frecuente en el transporte urbano. Todos los que viajamos en una “combi”, tanto en la ciudad de Puno como Juliaca, soportamos la descortesía y la falta de educación de los ayudantes y choferes de los colectivos, claro que también hay que elogiar el comportamiento de algunos transportistas, que para la tristeza de la mayoría son muy pocos.
Nunca es posible estimar el tiempo que los transportistas demorarán en el traslado de un lugar a otro, desde siempre la característica principal de nuestros colectivos es que son lentos y pesados, mayor es la desventaja considerando que esta lentitud influye a nuestro ritmo de trabajo colectivo, es decir, si la dinámica del transportista fuera más ágil, nuestras actividades se realizarían en menor tiempo.
Ya es tiempo de corregir. La municipalidad provincial de Puno debe implementar los marcadores de tiempo y en Juliaca debe corregirse el funcionamiento de éste. Es harto conocida la utilidad de los marcadores de tiempo y muy funcional en poblaciones urbanas con mayor desarrollo, por lo tanto es incomprensible su no implementación por el gobierno local.
Pero el otro problema que hace aun más lento el transporte local, es la sobreoferta de los colectivos casi en todas las rutas. Son tantas las unidades vehiculares que es difícil ver colectivos cubiertos de pasajeros, por lo tanto el empresariado que sostiene el transporte urbano se ve en desmedro. Entonces aquí otra vez las municipalidades tienen una responsabilidad ineludible. El gobierno local debe regular mejor el otorgamiento de las autorizaciones de rutas, o redistribuir las existentes de acuerdo a la concentración poblacional de las zonas.
Hay que sumar a todos estos problemas, el estado de conservación del parque automotor. Desde hace tiempo es necesario dictaminar la renovación de la flota de vehicular tanto en Puno como en Juliaca, es imprescindible contar con unidades más modernas que generen menos contaminación y brinden mayores comodidades a la pobladores, claro que eso también generará la elevación el costo de los pasajes. Pero si las unidades son más cómodas, otorgan un buen trato y llegan rápido al destino, la elevación del precio será una inversión y no un sobrecosto.
En fin, la autoridad local juntamente con otros sectores de la sociedad civil, están llamadas a trabajar políticas y estrategias de sostenibilidad urbana, considerando factores como el medio ambiente, la infraestructura vial y las buenas prácticas urbanas. Si los gobiernos locales toman en cuenta esta sugerencia, los pobladores aplaudiremos a nuestros gobernantes.
29 de marzo de 2007
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