Como era de esperarse, la propuesta del presidente de Puno, Hernán Fuentes y sus 7 consejeros, de convertir a Puno en una “Región Federal Quechua - Aymara”, enunciada en un acta de la Comisión Ordinaria de Descentralización Transferencia y Patrimonio del Consejo Regional, el pasado 11 de setiembre, causó un rechazo generalizado por parte de los líderes de la derecha peruana y los centro izquierdas. Pero lo que motiva este análisis es que ni Hernán Fuentes ni que los que lo acusan de ser un obstinado sin ideas, no fundamentan a cabalidad sus pareceres.
Veamos el sustento de Hernán Fuentes expresada en el polémico acta: “Es justificable, por cuanto existe exclusión social, falta de una adecuada distribución del presupuesto público, marginación y discriminación en las decisiones públicas, falta de una real y verdadera descentralización con autonomía económica, política y administrativa, judicial legislativa y excesiva concentración del poder político en la capital de la República, que genera desigualdad económica social en el país”.
Existen fundamentos para afirmar que la exclusión practicada por el Estado, repetido gobierno tras gobierno y evidenciado en las diversas instancias de la administración pública, golpea fuertemente a la región altiplánica; pero esto no justifica la improvisación que es recurrente en Hernán Fuentes, y no es que cuestión de tener miedo o no a una nueva propuesta; el problema es que el presidente regional es un experto en lanzar ideas polémicas sin mayor sustento. Y lo de la región federal es otra más.
Si recordamos bien, a inicios del presente año, el mismo presidente deslizó esta posibilidad en el Congreso de la Republica y conforme pasaron los días ésta idea fue evaporándose y en menos de un mes todos olvidamos la tan publicitada “autonomía”. Esto es lo que precisamente pasa cuando no existe ningún plan y todo es producto de una mera imaginación. Estamos de acuerdo, en iniciar un debate nacional para construir un país más viable con menor exclusión y la erradicación del centralismo, pero Hernán Fuentes, que en el presente año devolverá un presupuesto 76 millones por la ineficiencia de sus funcionarios confianza, es el menos indicado para proponerlo, quizá por ellos causa la burla de los líderes de la derecha peruana.
Tampoco ayudan, las afirmaciones del congresista Yonhy Lescano Acieta, que “el aparato productivo en Puno ha sido devastado por el olvido, no hay ninguna posibilidad para sustentarse, para atender sus necesidades”, es más consolidan la actual situación de pobreza en el Altiplano. Los puneños, lejos de escuchar a Yehude Simon o César Villanueva, actual coordinador de la Asamblea Nacional de Presidentes Regionales, que en líneas generales coinciden con Lescano Ancieta, deberíamos someter la propuesta a una profundo reflexión, tanto en los ámbitos académicos y sociales, pero eso sí descontando el liderazgo de Hernán Fuentes, porque está demostrado que su presencia no supera de la improvisación.
15 de setiembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Bueno, bueno... haber en que termina todo esto... cortina de humo... capricho personal... ideal... pero que se deje de desgastar a los quechuas y aymaras
jajajajajaja... si pues muy gracioso mi chavo... revisa el comentario en www.aypuno.blogspot.com
Publicar un comentario