La semana pasada (15 de setiembre), el cuarto banco más importante de EE.UU, Lehman Brothers, se declaró en quiebra después de 158 años de actividad, por falta de liquidez; es decir los usuarios acuden a retirar su dinero pero el banco no tiene plata, el problema es que otorgaron créditos a gente que luego no pudo pagar sus deudas.
Los inconvenientes empezaron en Nueva York, el centro de todos los males de la modernidad, en marzo del 2007, la Asociación de Bancos Hipotecarios reveló que el sistema hipotecario era inmanejable debido al elevado número de morosidad; desde aquella fecha los entidades bancarias lo único que reportaban eran las millonarias pérdidas, agravándose el problema en enero del presente año y de ahí la crisis mundial.
Ahora, el gobierno de George W. Bush, con el fin de controlar el pánico financiero generalizado, decidió inyectar 700 mil millones de dólares (monto que supera el costó la guerra de Vietnam), para comprar las hipotecas incobrables, similar inyección pero con cifras menores ya había sido aprobado en julio del presente año, pero no fue suficiente para salvar de la crisis que asfixiante que pagamos el mundo entero.
La política neoliberal colapsó. Los especialistas de la materia han coincidido que esta catástrofe económica es similar a la experimentada en el año 1929, en ese entonces la crisis duró 4 años, recién en 1933 volvió a su la normalidad la economía mundial. Según cálculos, está crisis se extenderá hasta el 2015, y los dineros para recuperar la economía mundial, también saldrán de nuestros bolsillos. Recordemos que el último año los productos de primera necesidad tales como el aceite y harina, duplicaron su precio, similar caso ocurrió con los materiales de construcción.
Como para agravar el asunto, el Perú afronta la crisis mundial con una diferencia, mientras la mayoría de países aplican una política proteccionista en el plano interno y liberal en el externo, Alan García hace exactamente lo contrario. Según la última encuesta de Ipsos Apoyo, el 71% de ciudadanos en las zonas urbanas del país cree que el gobierno no se está haciendo nada para frenar el aumento del costo de vida. Disonante con la percepción, ayer García Pérez, declaró que el Perú ya tomó las medidas necesarias para enfrentar la crisis, pero nadie le cree.
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2 comentarios:
El monstruo capitalista no entiende de educación ni de salud para sus ciudadanos, es un monstruo que deglute personas y las vomita enfermas y con los lazos familiares rotos.
Debemos elaborar una lista de aquellas cosas perjudiciales para la salud que produce el monstruo, porque es capaz de matar mediante la droga, el ruido, la contaminación, tiene muchas armas de destrucción.
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