El Censo Nacional, XI de Población y VI de Vivienda, en líneas generales se desarrolló con normalidad. Sin embargo, pese a que los datos recogidos son muy necesarios para poder determinar los aspectos sociales, económicos y demográficos, el cuestionario tuvo varios errores que sí son manejados deliberadamente podrían afectar a nuestra integridad física y económica.
El dato más cuestionable es la revelación de la identidad, ¿Existe alguna explicación para preguntar el nombre y apellido de todas las personas que se encuentran en un hogar el día del censo?. Según la Constitución Política del Estado peruano, nadie puede ingresar a nuestro domicilio a efectuar investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita, y en este caso hay una obligación tácita a la investigación, el censador primero preguntó el nombre y el apellido, luego los bienes que uno posee, hasta llegar a las inclinaciones religiosas, error que fue reconocido por el mismo presidente de la República en días anteriores.
Considerando que el RENIEC ostenta en su poder el registro de identidades a nivel nacional, es innecesario preguntar en el Censo los nombres y apellidos. ¿De que le sirve al Estado peruano tener una base de datos de nombres y bienes poseídos?. La explicación positiva es que el gobierno hará uso de la base de datos para tomar decisiones propias de un buen gobierno, pero si el régimen quiere, podría entregar la información a empresas privadas, y para ellos, esto constituye es un super “estudio de mercado”, cualquier capital, incluido los de Chile y los Norteamérica nos tendrían controlados al milímetro; peor aún, si esto llegara a manos del hampa, podría servirlos para su trabajo delictivo, tal como sucedió con las base de datos de los usuarios de la banca.
Asunto aparte es la pérdida económica que generó la inmovilización de personas. Según analistas, es incalculable la pérdida que ocasionó este Censo para la economía de las empresas y de los trabajadores independientes, recordemos que en el Perú miles de personas viven gracias al fruto del trabajo del día.
Otro de los aspectos que afecta a los millones de peruanos, es la determinación de quedar inmovilizados por 10 horas; definitivamente viola los derechos emanados en la carta magna. Es inaceptable que en pleno siglo XXI, tengamos un día virtual de arresto domiciliario. Para el gobierno de Alan García esta demás los avances de los métodos de recolección de datos tal como funciona en los censos de otros países, en tal sentido, es necesario ejercer cada vez más nuestro derecho a participar de las decisiones de gobierno, para que estas no nos afecten en el futuro.
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