Década tras década, el hombre trata al medio ambiente como si con su muerte también debe acabar la vida de la naturaleza y sus bondades. Así, la especie auto reconocida como “homo sapiens”, es decir el humano pensante, altera la naturaleza con la misma irracionalidad que hiciera un animal, en claro perjuicio de las generaciones venideras.
Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y el lema diseñado para el presente año, por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es "Hielo derretido, un tópico caliente". Según informe de esta organización, el calentamiento global provocará deshielo y disminución de glaciares y cubiertas de nieve, y esto afectará a millones de personas, que hacen un promedio del 40 por ciento de la población mundial.
Ahora pagaremos nuestros actos irresponsables. En los próximos años se producirán cambios en la disponibilidad de agua para beber y para riego, habrá aumento en los niveles del mar, se modificarán los patrones de circulación del agua en los océanos y es evidente la amenaza de superviviencia de especies de flora y fauna.
En el mundo diversas organizaciones ambientales sugieren el empleo de producción energética no contaminante (energía solar, eólica o geotérmica); la captura de la emisión de gases que contienen dióxido de carbono en las plantas industriales que emplean combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas); la limitación de las emisiones de gases por los vehículos afectados al transporte; el estímulo a las formas de transporte no motorizado, y el control de la deforestación.
En Puno, frente a la amenaza de los agentes contaminantes en el Titicaca, la única institución –digna de elogiar- que trabaja en la conciencia ambiental, es el la Reserva Nacional del Titicaca, una institución creada para preservar la flora y la fauna del lago sagrado, reconociendo que estos son ecosistemas extremadamente importantes para la vida y el equilibrio de la diversidad biológica, así como el bienestar de las comunidades humanas. La totalidad del Lago Titicaca ha sido reconocida por la CONVENCIÓN RAMSAR el 20 de enero de 1997, considerándose un Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
Sin embargo, las instituciones gubernamentales y ecologistas casi nada hicieron para preservar las diversos afluyentes del Lago Titicaca. La mayor preocupación es que la minería artesanal -que constituye el 95% de minería en Puno- esta contaminando el Río Ramis, y esto afecta a la ganadería y agricultura de miles de pobladores que viven en estas zonas.
En fin, nos queda la enorme tarea de trabajar por la conciencia del hombre en el mundo. El crecimiento de las habilidades mentales y físicas del hombre que se intensificaron en las últimas décadas es inversamente proporcional al deterioro acelerado de la madre naturaza. En una lógica cotidiana, qué racionalidad podría tener el hombre, si no sabe cuidar su casa, esa casa que quedará para su hijos?.
5 de junio de 2007
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