No sabemos en realidad donde estuvo antes, a que intereses sirvió, en que país estuvo, sino hasta enero del 2006, mes en el que la compramos en Arequipa, desde aquella fecha esta vieja máquina ha recibido el mandato de imprimir el pensamiento puneño.

La industria gráfica actualmente se mueve a pasos rápidos, garantizando alta calidad y flexibilidad en el trabajo, grandes rotativas imprimen entre 100 mil a 200 mil diarios en América latina, pese a que el consumo tiende a bajar. Este inmenso crecimiento cataloga a nuestra SOLNA como un excelente museo de la maquinaria offset.
Pero no estamos en una de las capitales europeas o estadounidenses, así que la SOLNA en Puno funciona bien, tiene algunas limitaciones por algunos días, pero en la generalidad cumple con responsabilidad y entrega un producto periodístico; pero por estos días tiene algunas deficiencias.
Razón por la cual suspenderemos nuestra edición diaria, haremos un alto en el trabajo periodístico, engrasaremos la vieja máquina, limpiaremos las imperfecciones, dejaremos fuera cualquier elemento perturbante, en fin, nos dedicaremos a engreír la vieja maquina.
La vieja máquina, deberá trabajar y cumplir con su mandato, es decir hay Los Andes para otros 78 años…
1 comentario:
Felicitaciones por el articulo de Solna, mi nombre es Martin Huapaya y mi Padre Pedro Huapaya, el fue el primer tecnico de Solna en Peru, fue el primero que instalo las maquinas Solna desde la Solna 124 hasta las ahora 425, el aun vive y nosotros tenemos nuestra empresa Pemimah, que se dedica a seguir dandole vida a las Maquinas Solna de Peru, estamos para servirles somos pemimah@hotmail.com
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