En el año de 1965, los creadores de SOLNA en Suecia fabricaron el modelo 124, esta vieja máquina hoy imprime las páginas de Los Andes, esta vieja maquina de color plano alterna todos los días entre el negro y el rojo, esta vieja maquina ha impreso la lectura de miles de puneños.
No sabemos en realidad donde estuvo antes, a que intereses sirvió, en que país estuvo, sino hasta enero del 2006, mes en el que la compramos en Arequipa, desde aquella fecha esta vieja máquina ha recibido el mandato de imprimir el pensamiento puneño.
Vieja máquina porque todos los diarios europeos y norteamericanos, incluso los menos modernos, trabajan con gigantescas máquinas llamadas rotativas. La industria gráfica ha crecido exponencialmente desde que Johannes Gutemberg inventará la imprenta en 1440.
La industria gráfica actualmente se mueve a pasos rápidos, garantizando alta calidad y flexibilidad en el trabajo, grandes rotativas imprimen entre 100 mil a 200 mil diarios en América latina, pese a que el consumo tiende a bajar. Este inmenso crecimiento cataloga a nuestra SOLNA como un excelente museo de la maquinaria offset.
Pero no estamos en una de las capitales europeas o estadounidenses, así que la SOLNA en Puno funciona bien, tiene algunas limitaciones por algunos días, pero en la generalidad cumple con responsabilidad y entrega un producto periodístico; pero por estos días tiene algunas deficiencias.
Razón por la cual suspenderemos nuestra edición diaria, haremos un alto en el trabajo periodístico, engrasaremos la vieja máquina, limpiaremos las imperfecciones, dejaremos fuera cualquier elemento perturbante, en fin, nos dedicaremos a engreír la vieja maquina.
La vieja máquina, deberá trabajar y cumplir con su mandato, es decir hay Los Andes para otros 78 años…
23 de diciembre de 2006
18 de diciembre de 2006
¿Qué temen los maestros?
El próximo miércoles 20 se realizará la evaluación a la totalidad de los integrantes del magisterio peruano, es decir, una evaluación censal. De concretarse lo planificado, aunque no parece ser así, unos 261 900 profesores del sector público nacional, serán evaluados.
El Estado ha destinado 28 millones de soles para esta evaluación. La dirigencia nacional ligada al Partido Patria Roja ha ordenado a sus integrantes una abstención a la evaluación, mientras que en Puno la directiva es boicotear el examen al magisterio. El máximo líder del SUTE, Cesar Hugo Tito Charaja, ha ratificado el paro de 72 horas.
No estamos seguros que todos los integrantes del magisterio acaten el paro convocado para los días 18, 19 y 20, pero si podemos estar seguro de algo, el magisterio en su integridad teme un despido post-evaluación. Que si bien no iniciaría inmediatamente, la evaluación constituirá un indicador y definiría el estado deplorable en el cual se encuentran los formadores.
La prueba que según el magisterio podría acabar con su estabilidad laboral, tiene 80 peguntas, cada texto viene con opciones múltiples para marcar. Son textos donde hay que desarrollar la comprensión básica de lo que se lee, 20 problemas básicos, con conceptos y procedimientos básicos, ejercicios matemáticos con opciones para marcar y sobre las funciones de currícula general y especial. Suena relativamente fácil.
Más allá de aprobar la prueba o resultar “jalado”. Tanto el gobierno como los maestros esconden algo, por ello manejan doble discurso.
El día miércoles no habrá clases, la autoridad ha suspendido las labores académicas y otorgará facilidades para la movilización de los maestros que quieran hacerlo. “El examen no es punitivo, no es sancionador, ni siquiera es desprestigiador de los maestros”, asegura el gobierno, pero podemos asegurar que esta evaluación tendrá efectos negativos para los malos integrantes del magisterio peruano.
Por su parte los maestros dicen estar a favor del mejoramiento educativo, pero no permiten una prueba de entrada para generar capacitación. Este es el doble de discurso, ser por no ser. Cada integrante del SUTEP, es consciente de la desastrosa situación de su institución educativa en la que trabaja, comprende que los alumnos no son los mejores y los padres de familia no coadyuvan en la mejoría. Pero igual no quieren someterse a la evaluación.
Es inminente. Tarde o tempano los maestros tendrán que entender que la evaluación será beneficiosa y constituirá el punto de partida para mejorar la educación peruana. Y ojala sea el punto inicial de un proceso de separación de los malos integrantes del magisterio, que lamentablemente son la mayoría. Cuanto bien haría contar con profesionales competentes, al menos dejaríamos de estar en América del Sur en los últimos lugares en matemática y lenguaje.
El Estado ha destinado 28 millones de soles para esta evaluación. La dirigencia nacional ligada al Partido Patria Roja ha ordenado a sus integrantes una abstención a la evaluación, mientras que en Puno la directiva es boicotear el examen al magisterio. El máximo líder del SUTE, Cesar Hugo Tito Charaja, ha ratificado el paro de 72 horas.
No estamos seguros que todos los integrantes del magisterio acaten el paro convocado para los días 18, 19 y 20, pero si podemos estar seguro de algo, el magisterio en su integridad teme un despido post-evaluación. Que si bien no iniciaría inmediatamente, la evaluación constituirá un indicador y definiría el estado deplorable en el cual se encuentran los formadores.
La prueba que según el magisterio podría acabar con su estabilidad laboral, tiene 80 peguntas, cada texto viene con opciones múltiples para marcar. Son textos donde hay que desarrollar la comprensión básica de lo que se lee, 20 problemas básicos, con conceptos y procedimientos básicos, ejercicios matemáticos con opciones para marcar y sobre las funciones de currícula general y especial. Suena relativamente fácil.
Más allá de aprobar la prueba o resultar “jalado”. Tanto el gobierno como los maestros esconden algo, por ello manejan doble discurso.
El día miércoles no habrá clases, la autoridad ha suspendido las labores académicas y otorgará facilidades para la movilización de los maestros que quieran hacerlo. “El examen no es punitivo, no es sancionador, ni siquiera es desprestigiador de los maestros”, asegura el gobierno, pero podemos asegurar que esta evaluación tendrá efectos negativos para los malos integrantes del magisterio peruano.
Por su parte los maestros dicen estar a favor del mejoramiento educativo, pero no permiten una prueba de entrada para generar capacitación. Este es el doble de discurso, ser por no ser. Cada integrante del SUTEP, es consciente de la desastrosa situación de su institución educativa en la que trabaja, comprende que los alumnos no son los mejores y los padres de familia no coadyuvan en la mejoría. Pero igual no quieren someterse a la evaluación.
Es inminente. Tarde o tempano los maestros tendrán que entender que la evaluación será beneficiosa y constituirá el punto de partida para mejorar la educación peruana. Y ojala sea el punto inicial de un proceso de separación de los malos integrantes del magisterio, que lamentablemente son la mayoría. Cuanto bien haría contar con profesionales competentes, al menos dejaríamos de estar en América del Sur en los últimos lugares en matemática y lenguaje.
11 de diciembre de 2006
La Muerte de Pinochet y el Día Internacional de los Derechos Humanos
Ayer mientras el secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaraba la necesidad de acabar con la impunidad de las violaciones de los derechos humanos con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, murió el dictador Augusto Pinochet acusado por delitos de genocidio. La muerte coincidió con esta fecha, como si la misma historia le dijera ¡basta!.
El hombre de 91 años llevaba en su espalda la muerte de 3 mil almas chilenas, en tal razón no podemos decir que descansará en paz. «La gente siente que ha muerto la peor escoria que ha dado esta patria», expresiones de Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, nos dibujan el sufrimiento de Chile y las consecuencias de la dictadura.
En una profunda confusión sucumbieron los familiares de las víctimas. "Carnaval, carnaval, murió el dictador” se oía, y simultáneamente lamentaron la muerte del dictador sin que haya pagado ninguna culpa. No existe ninguna sentencia, los tres gobiernos anteriores a la Michelle Bachelet no tocaron al dictador y sólo lograron condenar a 24 personas. Era evidente el miedo y vigente las influencias militares.
Felizmente la decisión de la presidenta de Chile es no rendir honores a la muerte del tirano. “No habrá honores de Estado, no habrá duelo nacional, no asistirá a sus funerales”, esta es la disposición de la socialista Michel Bachelet.
El militar traicionero y genocida nunca reconoció las violaciones a los derechos humanos ni pidió perdón a los familiares. Al tercer año del gobierno de Salvador Allende juró lealtad al gobierno, pero 18 días después, el 11 de septiembre de 1973 dio un golpe de Estado e inauguró la temible dictadura de 17 años (1973-1990).
Algunos sectores le reconocen a la dictadura de Pinochet el despegue económico de Chile y consiguiente liderazgo latinoamericano. Entre los pocos que lamentaron la muerte de Pinochet, está la ex primera ministra británica Margaret Thatcher quien dijo estar 'profundamente entristecida'.
Si los gobiernos últimos de Chile y la ineficacia de la justicia no han logrado condenar a Pinochet por los delitos de asesinato y múltiples violaciones de los derechos humanos, la historia se ha encargado de darle su sitial, el gobernante más sanguinario y corrupto que haya tenido América Latina.
En tiempos donde la corriente izquierdista empieza a tomar vigencia en Latinoamérica y esencialmente pueblos como Bolivia y el Perú, definitivamente Augusto Pinochet es un ejemplo indiscutible de traición que en buena cuenta la practican diversos gobernantes nuestros.
El hombre de 91 años llevaba en su espalda la muerte de 3 mil almas chilenas, en tal razón no podemos decir que descansará en paz. «La gente siente que ha muerto la peor escoria que ha dado esta patria», expresiones de Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, nos dibujan el sufrimiento de Chile y las consecuencias de la dictadura.
En una profunda confusión sucumbieron los familiares de las víctimas. "Carnaval, carnaval, murió el dictador” se oía, y simultáneamente lamentaron la muerte del dictador sin que haya pagado ninguna culpa. No existe ninguna sentencia, los tres gobiernos anteriores a la Michelle Bachelet no tocaron al dictador y sólo lograron condenar a 24 personas. Era evidente el miedo y vigente las influencias militares.
Felizmente la decisión de la presidenta de Chile es no rendir honores a la muerte del tirano. “No habrá honores de Estado, no habrá duelo nacional, no asistirá a sus funerales”, esta es la disposición de la socialista Michel Bachelet.
El militar traicionero y genocida nunca reconoció las violaciones a los derechos humanos ni pidió perdón a los familiares. Al tercer año del gobierno de Salvador Allende juró lealtad al gobierno, pero 18 días después, el 11 de septiembre de 1973 dio un golpe de Estado e inauguró la temible dictadura de 17 años (1973-1990).
Algunos sectores le reconocen a la dictadura de Pinochet el despegue económico de Chile y consiguiente liderazgo latinoamericano. Entre los pocos que lamentaron la muerte de Pinochet, está la ex primera ministra británica Margaret Thatcher quien dijo estar 'profundamente entristecida'.
Si los gobiernos últimos de Chile y la ineficacia de la justicia no han logrado condenar a Pinochet por los delitos de asesinato y múltiples violaciones de los derechos humanos, la historia se ha encargado de darle su sitial, el gobernante más sanguinario y corrupto que haya tenido América Latina.
En tiempos donde la corriente izquierdista empieza a tomar vigencia en Latinoamérica y esencialmente pueblos como Bolivia y el Perú, definitivamente Augusto Pinochet es un ejemplo indiscutible de traición que en buena cuenta la practican diversos gobernantes nuestros.
8 de diciembre de 2006
Propongo un paro…
Los paros, huelgas y movilizaciones son pan de cada día, tanto así que esta forma de protestar o presionar el resultado de un pedido se ha institucionalizado. El Perú soporta en promedio de 30 paros mensuales, en Puno se gestan un promedio de 3 al mes. Más allá de las reivindicaciones sociales y los resultados para un colectivo, los paros ocasionan molestias y grandes pérdidas económicas para el colectivo mayor.
El último paro que soportamos fue la del candidato Hernán Fuentes, el ahora virtual presidente regional amenazó con paralizar todas las actividades para presionar los resultados de las últimas elecciones regionales y municipales. El líder de Avanza País no tuvo mejor idea que enfrentar los fantasmas de un supuesto fraude y se lanzó con el paro del 5 y 6 de diciembre.
Los paros más frecuentes son los organizados por gremios de construcción civil, barriales, de consumidores, de comerciantes y los sindicatos de docentes, desde ya los maestros prevén un paro de 72 horas para el próximo 19, 20 y 21, oponiéndose a una evaluación que seguro estamos mejoraría la calida de docentes. En este país y específicamente en Puno, la suma de descontentos no tiene otra forma de ser expresado más que en un paro.
Los que más molestan son los paros con líderes sin convocatoria, con objetivos imprecisos, que peticionan de todo y a la vez de nada, los paros de interés para un colectivo reducido, el mejor ejemplo son los paros de estudiantes de la Universidad Nacional del Altiplano. Para ellos yo propongo un paro.
Un paro a su incompetencia, a su falta de creatividad, un paro a su cultura contestaría, un paro a la simplicidad de sus propuestas, un paro a las ideas misias que paralizan el transporte y el comercio de esta zona. Porque no puede ser que un número de 10 a 50 personas paralicen toda la universidad cuya población supera las 15 almas; so pretexto de un problema que sólo incumbe a una escuela profesional y máximo una facultad.
Hagámosle un paro a la predisposición alcohólica de estos estudiantes, la decena de cantina y “huecos” son la mejor muestra que no sólo se dedican a estudiar sino les despierta mayor entusiasmo las reuniones amigueras alrededor de una botella o una jarra, los más de 6 universitarios que declinaron su vida estudiantil para ser homenajeados en cementerios son otra muestra que nos indican que hay que pararlos.
Propongo otro paro, para aquellos líderes trasnochados que convocan a paros por supuestas reivindicaciones sociales de incontables mayorías y finalmente sus resultados son nada. Un paro para ellos, un paro a su escasa convocatoria, un paro a la falta de liderazgo, un paro para su exigua preparación, un paro a su limitada creatividad y la capacidad de innovar nuevas formas de protesta. ¿Por qué el descontento de un colectivo siempre tiene que traslucirse en un Paro? ¿Por qué los ciudadanos debemos soportar tantos paros?
A excepción de la marcha de “mechachuas” en los ’80, pidiendo energía para la ciudad lacustre, la de Ilave que terminó con la muerte del entonces alcalde Cirilo Robles y de los universitarios que se coronó con el abaleamiento del 29 de mayo; los paros son manifestaciones de miedos y tensiones irresueltos de un colectivo reducido. Los conflictos son comunes en cualquier organización pero de ninguna manera debe traslucirse en un paro que afecta a un colectivo mayor. Basta. Paremos a los paros.
El último paro que soportamos fue la del candidato Hernán Fuentes, el ahora virtual presidente regional amenazó con paralizar todas las actividades para presionar los resultados de las últimas elecciones regionales y municipales. El líder de Avanza País no tuvo mejor idea que enfrentar los fantasmas de un supuesto fraude y se lanzó con el paro del 5 y 6 de diciembre.
Los paros más frecuentes son los organizados por gremios de construcción civil, barriales, de consumidores, de comerciantes y los sindicatos de docentes, desde ya los maestros prevén un paro de 72 horas para el próximo 19, 20 y 21, oponiéndose a una evaluación que seguro estamos mejoraría la calida de docentes. En este país y específicamente en Puno, la suma de descontentos no tiene otra forma de ser expresado más que en un paro.
Los que más molestan son los paros con líderes sin convocatoria, con objetivos imprecisos, que peticionan de todo y a la vez de nada, los paros de interés para un colectivo reducido, el mejor ejemplo son los paros de estudiantes de la Universidad Nacional del Altiplano. Para ellos yo propongo un paro.
Un paro a su incompetencia, a su falta de creatividad, un paro a su cultura contestaría, un paro a la simplicidad de sus propuestas, un paro a las ideas misias que paralizan el transporte y el comercio de esta zona. Porque no puede ser que un número de 10 a 50 personas paralicen toda la universidad cuya población supera las 15 almas; so pretexto de un problema que sólo incumbe a una escuela profesional y máximo una facultad.
Hagámosle un paro a la predisposición alcohólica de estos estudiantes, la decena de cantina y “huecos” son la mejor muestra que no sólo se dedican a estudiar sino les despierta mayor entusiasmo las reuniones amigueras alrededor de una botella o una jarra, los más de 6 universitarios que declinaron su vida estudiantil para ser homenajeados en cementerios son otra muestra que nos indican que hay que pararlos.
Propongo otro paro, para aquellos líderes trasnochados que convocan a paros por supuestas reivindicaciones sociales de incontables mayorías y finalmente sus resultados son nada. Un paro para ellos, un paro a su escasa convocatoria, un paro a la falta de liderazgo, un paro para su exigua preparación, un paro a su limitada creatividad y la capacidad de innovar nuevas formas de protesta. ¿Por qué el descontento de un colectivo siempre tiene que traslucirse en un Paro? ¿Por qué los ciudadanos debemos soportar tantos paros?
A excepción de la marcha de “mechachuas” en los ’80, pidiendo energía para la ciudad lacustre, la de Ilave que terminó con la muerte del entonces alcalde Cirilo Robles y de los universitarios que se coronó con el abaleamiento del 29 de mayo; los paros son manifestaciones de miedos y tensiones irresueltos de un colectivo reducido. Los conflictos son comunes en cualquier organización pero de ninguna manera debe traslucirse en un paro que afecta a un colectivo mayor. Basta. Paremos a los paros.
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