Hay una comunidad en Cusco, similar a tantas comunidades puneñas, ubicada entre 3,800y 4,500 de altitud, donde sus pobladores iniciaron un trabajo mancomunado hace 14 años y hoy fabrican panetones de brócoli, jamón de cuy, mermelada de perejil, panes de beterraga, queques con sabor a acelga, además de disfrutar de la bonanza económica pero no de la que predica Alan García sino generada por la ganadería y sus derivados. Es todo un paradigma de desarrollo para los Andes del Perú.
Es cierto que una golondrina no hace el verano, pero la experiencia de la comunidad de Jabón Mayo, ubicada en el distrito de Canas de Cusco, nos demuestra que es posible dejar de ser tan pobres con el único componente a nuestra alcance, el capital humano y por supuesto la buena voluntad; nos demuestra que es posible elevar la calidad de vida sin recurrir al capital económico, principal ingrediente de la corriente neoliberal; y algo más importante y aleccionador es saber que se puede hacer agricultura cuidando el medio ambiente, tal como lo hicieron nuestros antepasados
La base es pensar colectivamente, mancomunadamente y tener una entidad facilitadora del desarrollo, que sepa aglutinar estos esfuerzos colectivos; en el caso de la comunidad cusqueña fueron la Federación Departamental de Campesinos del Cusco (FDCC) y el Instituto para una Alternativa Agraria (IAA), quienes instituyeron un proceso de desarrollo agropecuario basado en la cultura del riego, allí donde antes no había producción ahora se duplica y hasta triplica las cosechas de papa.
Los protagonistas de este cambio, aducen que lo más importante es la participación de la población organizada en sus comunidades, además de una capacitación en la utilización de nuevas tecnologías y revalidación de las tecnología ancestrales.
Es posible heredar un mejor nivel de vida a nuestros hijos, juntos podemos romper la cadena de pobreza que hemos legado; y aquí, el papel del gobierno regional o central no es tan necesario, mucho más importante es la capacidad de desprendernos de nuestros intereses individuales y aglutinarnos por un interés colectivo; si las comunidades de la cuenca de Jabón Mayo pudieron vencer la adversidad del clima y la naturaleza, nosotros que soportamos similares condiciones climáticas también podemos lograrlo.
12 de agosto de 2008
11 de agosto de 2008
Bolivia se aleja de Puno
Ayer se cumplió el referendo revocatorio en Bolivia y el presidente Evo Morales salió victorioso. No obstante a que los resultados oficiales se publicarán en los próximos 7 días, según encuestas a “boca de urna”, un 62% del electorado boliviano lo respalda, lo que significa que no solamente le ratifican en el cargo sino que amplían el apoyo electoral que le catapultó al poder. Recordemos que en diciembre 2005 fue elegido con la votación del 53.7% del electorado boliviano, y hoy, luego de dos años y medio de gobierno la votación se incrementó en más del 8%; en el Perú sucede exactamente lo contrario, Alan García en similar tiempo de gestión ha caído en más de 30%.
El triunfo de Evo Morales, asegura un nuevo escenario político en Bolivia, la correlación de fuerza cambia sustancialmente a favor del gobierno indígena. Está claro que los 4 gobernantes de la llamada Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), continuarán con una férrea oposición; pero los otros 5 líderes (Cochabamba, La Paz, Potosí, Chuquisaca y Oruro), ayudarán al proyecto del presidente indígena, no obstante a que en Oruro el prefecto oficialista fue cambiado.
No estamos seguros de cuánto pueda cambiar Bolivia en los próximos dos años y medio de gobierno que le queda a Evo Morales, de lo que sí estamos seguros es que, al menos en el medio plazo, Puno sopesará con dificultades su magra economía. Si la crisis mundial logró impactar negativamente a los europeos, norteamericanos, sudamericanos y con mayor intensidad a nuestra economía; ahora se agudizará con la política del gobierno boliviano de protección del mercado interno.
Es evidente que en los próximos meses, productos como el gas, aceite, azúcar y otros continuarán en alza; que juntado a la especulación, que se vive más en el sur del Perú, el panorama es desolador.
Es necesario, que el Gobierno Regional –porque no podemos esperar nada del gobierno central- promueva políticas económicas de protección interna del mercado regional, no está difícil empezar este trabajo en bien de la economía puneña potenciando a aquellas empresas que facturan al mercado nacional e internacional y propiciando otras empresas que abastezcan el mercado regional.
El gobierno boliviano es un buen ejemplo para Hernán Fuentes; más allá de contradecir la política neoliberal imperante en el mundo, es necesario generar proyectos plausibles que permitan enfrentar la crisis mundial y mejorar el nivel de vida. Pero conforme van nuestros gobernantes, tal parece que Bolivia nos llevará la delantera.
El triunfo de Evo Morales, asegura un nuevo escenario político en Bolivia, la correlación de fuerza cambia sustancialmente a favor del gobierno indígena. Está claro que los 4 gobernantes de la llamada Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), continuarán con una férrea oposición; pero los otros 5 líderes (Cochabamba, La Paz, Potosí, Chuquisaca y Oruro), ayudarán al proyecto del presidente indígena, no obstante a que en Oruro el prefecto oficialista fue cambiado.
No estamos seguros de cuánto pueda cambiar Bolivia en los próximos dos años y medio de gobierno que le queda a Evo Morales, de lo que sí estamos seguros es que, al menos en el medio plazo, Puno sopesará con dificultades su magra economía. Si la crisis mundial logró impactar negativamente a los europeos, norteamericanos, sudamericanos y con mayor intensidad a nuestra economía; ahora se agudizará con la política del gobierno boliviano de protección del mercado interno.
Es evidente que en los próximos meses, productos como el gas, aceite, azúcar y otros continuarán en alza; que juntado a la especulación, que se vive más en el sur del Perú, el panorama es desolador.
Es necesario, que el Gobierno Regional –porque no podemos esperar nada del gobierno central- promueva políticas económicas de protección interna del mercado regional, no está difícil empezar este trabajo en bien de la economía puneña potenciando a aquellas empresas que facturan al mercado nacional e internacional y propiciando otras empresas que abastezcan el mercado regional.
El gobierno boliviano es un buen ejemplo para Hernán Fuentes; más allá de contradecir la política neoliberal imperante en el mundo, es necesario generar proyectos plausibles que permitan enfrentar la crisis mundial y mejorar el nivel de vida. Pero conforme van nuestros gobernantes, tal parece que Bolivia nos llevará la delantera.
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