La manifestación visible de la marca, aquella que hace referencia a los aspectos visuales de la identidad de una organización y alimenta la identidad corporativa, se ven transgredidos constantemente en nuestro medio y una de las entidades que casi normalmente incumplen los conceptos básicos es la Universidad Nacional del Altiplano, sí precisamente, la entidad académica rectora de conocimientos de nuestra región.
Ayer, casi circunstancialmente y motivado por la curiosidad visite la novísima “Pollería” de la Universidad Nacional del Altiplano, al acercarme a caja, un joven vestido con una casaca color guinda me alcanza la boleta de venta, al verlo bien creí que el establecimiento pertenecía a la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, porque el hombre encargado de la recaudación de la venta del día, vestía un traje de aquella universidad con logo incluido; segundos después me dirigí hacía el lugar de entrega del famoso “¼ de pollo”, allí lo primero que vi fue una camiseta de la “Pollería El Rancho”, en esos instantes, mi desconcierto fue aun mayor, pensé que era una sucursal del famoso establecimiento, pero nada de eso, el comprobante de pago pertenecía al Frigorífico de la UNA. Como para completar mis dudas, la bolsa que envuelve el pollo pertenecía a otra marca y en el letrero que se impone al ingreso la fotografía pertenece a un niño de la costa peruana.
Después de este hecho, una cosa queda clara, a la Universidad Nacional del Altiplano poco le interesa su imagen. La cultura corporativa, concebida como el conjunto de valores, costumbres, hábitos y creencias compartidas de una empresa, no se práctica en esta casa superior de estudios, a pocos les interesa la identidad; hasta aquí el asunto es responsabilidad de los trabajadores.
Pero mayor es la responsabilidad institucional, el hecho que no existe una vestimenta con logotipo utilizando el color corporativo es asunto de la Universidad Nacional del Altiplano, y aquí es bien simple, la historia se repite en cada una de la facultades y demás instancias: cada escuela y cada oficina se atribuye un distintivo diferente, no existe una política integral de identidad visual, en fin hay problemas serios en lo que se refiere a cultura corporativa; no sería motivo de esta columna sino fuera la Universidad Nacional del Altiplano, considerada como la entidad rectora de conocimientos, más aun cuando es conocida la existencia de la Escuela de Comunicación Social.
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2 comentarios:
Y por que no se apersona usted señor ante la rectora y hace llegar su recomendacion
Pollo, pollo ... acaso alguna vez en la UNA se habló del tema... ahi desconoce el termino i"Indetidad Coportativa" ... no se le puede pedir peras al olmo...
Interesante tu blog... pero profe actualizelo.
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