8 de noviembre de 2007

Detrás de las peleas por tierras

Las detestables tierras eriazas, caracterizada por la ausencia de vegetación y agua, hoy son motivo de disputas, en realidad las tierras en el altiplano siempre fueron motivos de disputas desde el tiempo del Incanato, en la época Colonial con mayor fuerza, y también ahora en plena época de la revolución tecnológica. El tema es que, frente a la ausencia de aguas y motivado por las minas, Moquegua pretende apropiarse las tierras puneñas, lo ha expresado de diversas maneras, envío ayuditas a los olvidados centros de salud, prometió presupuesto para los maestros de aquellas zonas, y lo último fue la pretensión de enviarnos sus censores precisamente para registrar territorio puneño.

El asunto es bien simple, Moquegua tiene, y desde años, pretensiones expansionistas, pero las cosas podrían agravarse en la medida que Puno y Tacna pretendan hacer respetar la demarcación territorial inicial; según los pobladores de la zona, las aguas de Pasto Grande están ubicadas en territorio puneño, sin embargo en la actualidad, Moquegua tiene la explotación totalitaria de la laguna. Para determinar la legalidad de la posesión y explotación será cuestión de ceñirnos a la demarcación territorial primigenia y la base legal actual.

Sin embargo, la vocación expansionista más manifiesta de Moquegua es con las tierras, y no le interesa las eriazas, sino aquellas que cobijan los preciados metales. Según los funcionarios de la minera Arasi, a inicios de la operación ellos tributaban en Puno, pero ahora lo hacen en Moquegua, refrendado en normas que los puneños no hemos sabido observar. ¿Y por que las minas?. Porque la explotación de la minería en los último años viene dejando ingentes cantidades de dinero, al menos muchos más que los años anteriores, y esta sería la razón expansionista de Moquegua en la frontera con Puno.

Para tener una idea, según Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía, éste es el presupuesto por concepto de Canon Minero, distribuido a los gobiernos locales y regionales hasta junio del 2007: Ancash recibió mil 393 millones de soles, Tacna 609 millones, Cajamaraca 425 millones, Moquegua 362 millones, Pasco 329 millones, La Libertad 250 millones, Cusco 234 millones, Lima 178 millones, Arequipa 130 millones, Junín 105 millones, Puno 99 millones, Ica 50 millones, Huancavelica 35 millones, Ayacucho 20 millones, Apurimac 19 millones, Huanuco 9 millones y el resto sólo se cuenta por miles. Es enorme el incremento de presupuesto con respecto al año anterior; Puno en el 2006, recibió 117 millones, en el presente ya va por los 99 millones y aún espera 6 meses de transferencia en este rubro. Pero ¿el fin justifica los medios?.

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