Ningún ciudadano consciente de la realidad peruana, puede negar que el 5 de junio hubo una matanza cuyo responsable es el gobierno aprista, el saldo oficial señala que son 24 policías y 10 nativos; los dirigentes indígenas que lucharon por la defensa de sus tierras aseguran que son más los muertos. LA Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), luego de inspeccionar la zona y entrevistar a los nativos, precisó que 61 personas continúan desaparecidas.
Entonces qué quiere decir realmente Alan García cuando parafrasea que “Yehude Simon es un estupendo primer ministro y no es un hombre que se aferra …”. Posiblemente García haya ensayado una respuesta a Ollanta Humala, quien pidió no aferrarse al cargo tras los lamentables hechos de Bagua; pero el discurso de García esconde algo más grave, es un discurso que afrenta a la inteligencia de los peruanos, es un discurso que pinta al gobierno aprista de inflexible ante cualquier pedido de respeto al derecho de los demás; siendo sinceros, luego de la matanza de Bagua, lo único que incrementó es la soberbia y la sordidez del gobierno.
Acorde con esta posición, días atrás, García expresó: “estoy convencido de que el Perú vive un excelente momento, y a pesar de la crisis y a pesar de la incomprensión política o de la agitación de quienes no quisieran este modelo, seguirá avanzando”, tan insensato es García que no concibe que “avanzar” responsablemente significa plasmar un modelo económico, equilibrado con lo social y el medio ambiente (Pachamama). La muestra es Estados Unidos, su crecimiento económico descuidó los otros factores y se derrumbó abismalmente.
La indolencia e intolerancia creciente de García que se escucha mejor en RPP y se lee en El Comercio, decía: “yo hago valer la decisión de las mayorías, porque eso es lo democrático; yo hago valer el sentido de la ley y del orden”, lo paradójico es que un 56.6% de los peruanos rechazamos su gobierno. La fuente es la encuestadora de la Universidad de Lima, ejecutada antes de la matanza de Bagua, comprenderá que este rechazo puede alcanzar hasta el 80% en una fotografía de momento.
A propósito, ninguna encuestadora se ha animado a medir la popularidad del presidente luego de la matanza de Bagua, ¿Dónde está CPI?, tan cercana al gobierno de Fujimori y García. ¿Recuerdan? Después de un día de la sentencia del mayor criminal político, CPI propagó que el 59,4% de la población de Lima y Callao está en desacuerdo con la condena a 25 años de prisión al ex presidente Alberto Fujimori; ya pasaron 10 días después de la masacre de Bagua y ninguno de estos analistas se anima a decir nada. Ni a favor ni en contra. ¿Cuál es cálculo político?.
El gobierno aprista puede continuar elogiando a sus aliados, silenciando medios de comunicación como La Voz de Bagua o comprando con publicidad a la mayoría de medios nacionales, pero lo que no podrá evitar es que el APRA quedará sepultado, al menos para las próximas elecciones; ni hablar de Yehude Simon, el “estupendo primer ministro” apenas podrá alcanzar un escaño al Congreso, adiós a su sueño de ser presidente. Quien si merece, al menos, un respetuoso saludo es la ex ministra de Mujer y Desarrollo Social, Carmen Vildoso. La renunciante nos recordó que los políticos, algunas veces, también tienen sensibilidad.